Desde las ‘granjas de usuarios’, más conocidos en Bolivia como los ‘guerreros digitales’ que venden miles de ‘likes’, hasta la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA), para construir discursos políticos, crear videos para promocinar candidaturas, jingles o realizar análisis de estadísticas del voto, son las diversas herramientas que tienen disponible los futuros candidatos a las elecciones generales de 2025. Todas estas se emplean en las redes sociales para hacer campaña política.
A cinco meses de que comience la carrera para las elecciones generales del próximo año, en Bolivia ya se vive un ambiente electoral, esta vez con un plus que no pasa desapercibido y es el empleo de la IA para hacer campaña política de manera anticipada.
Entre los políticos que ya empezaron la carrera electoral están los líderes de oposición Manfred Reyes Villa, Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga, que se mostraron en actividades proselitistas con apoyo de sus seguidores. Los dos primeros son muy activos en sus redes sociales, sobre todo en TikTok.
Entre los del Movimiento Al Socialismo (MAS) está el expresidente Evo Morales, quien a pesar de estar inhabilitado como candidato por una sentencia constitucional, y que ya no es presidente de ese partido, insiste en su candidatura y no baja la guardia en su campaña política. Morales es el único político que está en campaña los 365 días del año.
También surge la figura del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, quien pese a que negó su intención de postularse, los militantes masistas y de otros grupos, lo ven como la mejor opción electoral.
En esa coyuntura surgen los vendedores de seguidores y de ‘likes’
“Atrae seguidores auténticos con IA. No compre seguidores de baja calidad, consiga un crecimiento orgánico, un compromiso real, una audiencia real, admiradores reales”, se lee en el portal web de “RiseKarma”, que es uno de los portales web que “vende seguidores” en las principales redes sociales como Facebook, TikTok, Instagram, X, Linkedin, entre otros.
También ofrece sus promociones que van desde Bs 199 por 2.000 seguidores, hasta Bs 4.499 por 100.000 seguidores.
Expertos en marketing digital y plataformas especializadas en ese campo reflejan que así como en el comercio digital, en política también se implementan estas nuevas herramientas que “revolucionarán” la campaña electoral con el empleo de una gran variedad de aplicaciones específicas para el tema.
Pero, ¿en qué medida esto es real y no es ‘fake’ o un hecho falso o engañoso?, es la pregunta que hizo EL DEBER a dos expertos, que alertaron sobre los riesgos que también implican el empleo de las redes sociales en campaña política, siendo el principal peligro, la noticia falsa o engañosa que genera desconfianza en los electores.
Una muestra de aquello es por ejemplo, un supuesto audio del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, material que se hizo viral en las redes sociales, en especial el TikTok, en el que una voz atribuida al político anunciaba que se lanzaba como candidato a la presidencia con el Movimiento Tercer Sistema (MTS).
No es nuevo
El empleo de las redes sociales en campaña política en Bolivia data desde hace 10 años, desde las elecciones generales de 2014, según un estudio de la Fundación Internet Bolivia que da cuenta que para esa elección cuatro partidos emplearon las redes para hacer campaña en las plataformas de Facebook y Twitter: el Movimiento Al Socialismo (MAS), el Movimiento Demócrata Social (MDS), el Movimiento Sin Miedo (MSM) y Unidad Demócrata (UD). Dichas fuerzas políticas iniciaron un camino sin retorno.
En las elecciones de 2019, aunque las mismas fueron anuladas, los políticos y candidatos con más respaldo ciudadano ya habían conquistado otras redes sociales como el Instagram y YouTube. En las elecciones de 2020 se vio una interrelación similar con los candidatos y las cuatro plataformas digitales, y aparecía otra aunque de forma muy tímida, era el TikTok que fue la aplicación menos empleada hace más de cuatro años.
Evolución
El consultor en marketing digital, Marcelo Durán, recuerda que en la campaña de 2014, el MAS impulsó sus actividades proselitistas con la etiqueta #OlaAzul, y desde esa época implementó la idea: “Siempre estás en campaña” y no solo en épocas electorales, sino que la promoción de la imagen del político, en este caso Evo Morales, debe ser constante.
Es así que los asesores de comunicación, ya no hacen solo monitoreo de los medios tradicionales, sino que el control de contenidos se ha expandido a las redes sociales y para hacer ese trabajo se utilizan distintas herramientas o aplicaciones.
“Este trabajo tiene un nombre específico, se llama ‘análisis de sentimiento’, que permite medir casi en tiempo real qué piensa la gente sobre un determinado tema”, explica Durán. Este estudio se aplica a cualquier temática de coyuntura que en el momento preciso haya captado el interés de las personas.
Por ejemplo, en las semanas de bloqueos que cercaron Cochabamba, realizar el ‘análisis de sentimiento’, para conocer la opinión de la ciudadanía sobre ese hecho, y calcular cuánta gente está en contra, molesta o apoya el hecho, “y eso simplemente se mide contabilizando las reacciones de la gente a las publicaciones en redes sociales”.
El ‘análisis de sentimiento’ puede ser útil en una campaña electoral para evaluar las propuestas electorales, monitorear la competencia y hasta para predecir posibles resultados electorales, no obstante, también es una herramienta que tiene limitaciones o desventajas.
Una de ellas es la volatilidad en el cambio de percepción de la gente que reacciona de forma visceral o emocional y cambia de opinión frente a un escenario dominante.
En política eso se hace más evidente, según Durán porque “en Bolivia la gente sigue a personas” y no a una ideología.
“El tema de fondo es que no existen ideas establecidas en campaña. Decir, por ejemplo, vamos a trabajar el tema de educación, salud, o valores sociales, esos temas no están instalados, pero sí las personas: ‘yo creo en Manfred, yo creo en Tuto, yo creo en Samuel, y esa estrategia es como la espuma: un día sube, pero puede bajar al día siguiente”
El otro problema que identifica Durán es la vulnerabilidad de la sociedad boliviana que “se eferviza” ante cualquier situación que altere su rutina o cotidianidad, y esa molestia se expresa en las redes, no obstante es pasajera.
“Entonces, lo que esté sucediendo en este momento que es noviembre de 2024, no es un reflejo de que lo que podría suceder en unos tres o seis meses, cuando ya se tenga un escenario político formal”, agrega.
Todo con IA
La consultora internacional Goberna Bolivia, especializada en campañas electorales, promociona, el empleo de la IA en actividades proselitistas.
Su director, Roberth Bazán, señala que la inteligencia artificial ha revolucionado las campañas electorales mismas que pueden ser manejadas por un solo consultor político.
“La inteligencia artificial puede armar un discurso político bajo la dirección de un estratega en 20 segundos, un video en 50 segundos, un análisis cuantitativo estadístico en un minuto. Todo esto se puede hacer con IA”, asegura Bazán.
Se estima que el TSE lanzará la convocatoria para las elecciones generales, el 19 de abril de 2025, la inscripción de candidatos sería el 20 de mayo y la jornada de votación debería ser el 17 de agosto de 2025.
En caso de haber una segunda vuelta, ésta se debe hacer 60 días después de la votación, es decir el 19 de octubre de 2025 para que hasta el 1 de noviembre el TSE emita los resultados finales y así garantizar el cambio de mandato el 8 de noviembre de 2025.
El 60% de mujeres sufrió violencia en el internet en 2020
En las elecciones generales de 2020, el 60,3% de las mujeres candidatas fue víctima de acoso y violencia política por las redes sociales. De ellas el 90% se abstuvo de hacer alguna denuncia por temor a represalias, según un estudio de la Fundación Internet Bolivia y el Órgano Electoral Plurinacional (OEP).
“El 60,3% de las candidatas encuestadas aseguró que enfrentó acoso y/o violencia política en internet durante las Elecciones Generales del 2020 o algún otro periodo electoral, y el 90% de ellas no buscó ayuda. El 73% indicó que se abstuvo de hacer publicaciones en redes sociales por temor a ser amenazadas o a sufrir agresiones”, detalló a EL DEBER, Eliana Quiroz, directora de Internet Bolivia.
Agregó que ese porcentaje refleja que la violencia digital contra las mujeres es una actividad común en Bolivia y que su principal efecto es silenciarlas, sobre todo a las que quieran hacer política. Pero los varones candidatos también son víctimas de los ciberataques con información falsa o engañosa.
¿Cómo se puede afrontar esa situación?, consultó este medio a Quiroz, y la experta respondió que la mejor forma de lidiar contra la desinformación política es consultar fuentes de varios tipos y orientaciones políticas.
“Esta variedad contribuye a la formación de una postura crítica y a sospechar de contenidos falsos o engañosos”, afirmó, además se puede acudir a portales especializados como Bolivia Verifica y Chequea Bolivia.
Una de las grandes desventajas de hacer campaña por las redes sociales es tropezar con contenidos falsos que pueden influir y disminuir la confianza del electorado. No obstante, estos “no tienen la capacidad por sí mismas de definir los resultados de las elecciones ya que las razones de porqué las personas votamos por una u otra opción, son complejas y multifactoriales”.
Para Quiroz, los medios tradicionales como los periódicos, radio y televisión, juegan un rol importante en un proceso eleccionario, por su estabilidad lo que genera credibilidad en las personas.
“Los medios tradicionales son el lugar donde toda la información generada en redes sociales quiere llegar para ‘parecer más seria’, no están obsoletos, sino que forman parte del ecosistema informativo del que también las redes sociales forman parte”.
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