Sin esperar un informe técnico sobre la estabilidad de la infraestructura, los dirigentes del mercado ilegal de coca decidieron abrir las puertas desde el lunes y empezaron a sacar los escombros que hay en los cuatro pisos de este centro.

“Está nuestra gente a nuestro lado y con ellos estamos volviendo empezar, vamos a limpiar todo para que desde el día lunes podamos llegar con nuestra coquita, aunque sea sin techo en nuestro ambiente, aunque así precariamente vamos a volver”, declaró Fidel Villasante, quien se declaró víctima de los sucesos de 8 de septiembre.

Ese día los cocaleros de Adepcoca, que habían marchado por cuatro días desde sus pueblos, llegaron a La Paz en una gigantesca movilización que no pudo detener la Policía. Los manifestantes ingresaron por tres lados y desde el interior del mercado lanzaron bombas molotov y cachorros de dinamita. Después de una hora de enfrentamientos, los campesinos tomaron el mercado y le prendieron fuego.

El viernes se realizó la Inspección Técnica Ocular (ITO) del lugar y la Fiscalía aprovechó esa audiencia para declarar como desprecintado este edificio y les dio la oportunidad a los cocaleros a volver a abrir sus puertas. Las autoridades y menos los dirigentes no realizaron ninguna valoración del estado de la estructura, puesto que el mercado sufrió un siniestro.

Según los bomberos que atendieron el caso, cualquier daño por fuego o movimiento de tierra en una infraestructura debe ser valorada por expertos, en este caso ingenieros, porque toda edificación que sufre un siniestro soporta daños por el fuego y por el agua que se utilizó para apagarlo, por tanto debería ser evaluado y calificar si es pertinente su uso inmediato.

El dirigente de ese sector, Arnold Alanes, dijo que sufrió daños considerables que aún no fueron cuantificados, pero el deseo inmediato es volver a abrir el mercado, pese a este riesgo; mientras que su correligionario, afirmó que los cocaleros empezarán a llegar desde el lunes con su producto.

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