Con la reciente extradición de Maximiliano Dávila a Estados Unidos (EEUU), la DEA demostró que sus operaciones son de alcance global; incluyendo Bolivia de donde fue expulsada por Evo Morales hace 16 años. Es más, la entidad advirtió que ningún funcionario corrupto, sea del país que fuere, puede ser considerado “intocable” y dejó a flor de piel la relevancia del caso para su país.

“Maximiliano Dávila Pérez debía luchar contra el narcotráfico, pero en lugar de eso lo alimentó. Convertir a una fuerza antinarcóticos en una máquina de tráfico de cocaína es una traición inaceptable. Que esta extradición sirva de advertencia: ningún funcionario corrupto es intocable, y la DEA no descansará hasta llevar a los criminales ante la justicia, sin importar dónde se escondan”, declaró Anne Milgram, la administradora federal de Administración para el Control de Drogas (DEA) al dar por cerrado el trámite jurídico diplomático cumplido con Bolivia.

De hecho, esa declaración fue divulgada por la oficina del fiscal de Nueva York que investiga al coronel, conocido con el alias ‘el Macho’, según la acusación formal que en 2022 formuló el Gran Jurado de Nueva York sobre la base la investigación ejecutada por agentes de la DEA desde Perú.

Luego, el fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, valoró la operación de la DEA contra Dávila y sus cómplices. “Este caso es un ejemplo más de nuestra colaboración con la División de Operaciones Especiales de la DEA para erradicar la corrupción impulsada por la cocaína en el mundo. Nuestro alcance es global, nuestra memoria es larga y no permitiremos que sigan inundando nuestro país con cocaína sin castigo”, aseguró Williams.

Según las acusaciones formuladas contra Dávila, este oficial boliviano utilizó su cargo para facilitar actividades de narcotráfico a gran escala, desviando recursos oficiales para proteger y transportar cargamentos de cocaína. “En julio de 2019, fue grabado mientras planeaba enviar más de una tonelada de cocaína a Estados Unidos desde Bolivia, utilizando aeródromos bajo su control y garantizando la seguridad de los cargamentos con oficiales armados de la Felcn”, señalan los documentos que incriminan a Dávila en el contexto de la acusación.

La acusación fue sustanciada por el fiscal auxiliar Sam Adelsburg sobre la base de la investigación que llevó adelante el agente especial de la DEA, Jeremy Kirk. Las evidencias señalan que Dávila “apoyó logísticamente”, una tarea que implicó la protección, para “la importación de cocaína a EEUU” a través de vuelos chárter “a terceros países” con el apoyo de cárteles radicados en México.

De este modo, el Tribunal de Distrito del Sur de Nueva York implicó a Dávila en dos graves delitos: la importación de cocaína en cantidades masivas y el uso de ametralladoras en el contexto del narcotráfico. Ambos cargos están apoyados por el Código Penal de los Estados Unidos, que contempla una posible cadena perpetua.

El viernes, ante la jueza Denise L. Cote, Dávila se declaró “no culpable” tras conocer formalmente los cargos que pesan en su contra. Esto provocará que la DEA y la Fiscalía exhiban más pruebas ante el tribunal, tanto sobre la participación del coronel boliviano como de sus cómplices ya detenidos y otros sospechosos.

El primer cargo establece que Dávila conspiró para importar más de cinco kilogramos de cocaína a EEUU, infringiendo las secciones 952, 959, 960 y 963 del Título 21 de su Código Penal. Esta categoría de sustancias controladas está clasificada como de “alto potencial de abuso”, lo que agrava las penas, fijadas entre diez años de prisión como mínimo y cadena perpetua. El segundo cargo es por usar y portar ametralladoras y otros dispositivos destructivos durante actividades del narco.

Otras evidencias

Dávila dejó el cargo con la salida de Evo Morales del poder (2019). En ese gobierno ocupó varias posiciones, incluida la dirección de Inteligencia de la Policía.

Según la DEA, Dávila siguió conspirando “para exportar toneladas de cocaína a los Estados Unidos, proporcionando protección armada para los envíos y organizando operaciones con co-conspiradores”. Entre noviembre de 2019 y febrero de 2020, coordinó envíos de cocaína que incluían la entrega exitosa de una muestra de 10 kilogramos en Lima, Perú, en anticipación de cargamentos más grandes dirigidos directamente a Nueva York.

Al más alto nivel

Dávila estaba bajo la lupa de la DEA desde mucho antes. Se sabe que a través de Interpol se solicitaron varias acciones a la fiscalía, pero éstas no prosperaron. De hecho, cuando ‘El Macho’ fue arrestado en la frontera con Argentina en enero de 2022, el Departamento de Estado emitió una oferta de recompensa por $us 5 millones.

En todo caso, la extradición se cumplió este año en estricto apego al Tratado de 1995. El abogado Walter Suárez, penalista y autor de un reciente estudio sobre los procesos de extradición, comentó que el proceso de extradición fue rápido, “aunque en apego al plazo de los 90 días indicados para el proceso” a contar del 25 de agosto, cuando Dávila fue detenido para estos fines, mientras estuvo recluido en el penal de San Pedro.

Luego, el 1 de octubre, el mismo secretario de Estado, Antony J Blinken, fue quien firmó la solicitud de extradición que llegó al Tribunal Supremo de Justicia con la nota GM-DGAJ-UAJI-Cs-4061/2024, transmitida vía diplomática a través de Cancillería.

Suárez consideró que esta es una señal que demuestra el interés del Estado norteamericano de resolver este caso que puede implicar a otras personas del país.

“Bolivia vuelve a ser una Colonia de EEUU. Los bolivianos son entregados al Imperio Norteamericano, violando los acuerdos internacionales, sin ser, primero, juzgados en su Patria donde supuestamente cometieron delitos. Los vendepatria deben aprender de la presidenta de México que defiende la soberanía de su país ante la intromisión de EEUU”, dijo Evo Morales ante este escenario, mientras varios de sus seguidores advirtieron de un interés político de implicarlo con el narcotráfico.

Cable filtrado

Un cable filtrado hace unas seis semanas por Wikileaks dio cuenta de que el gobierno de Evo Morales expulsó en 2008 a DEA por “espiar a las novias del presidente”, de acuerdo con lo que había explicado a los funcionarios estadounidenses, Felipe Cáceres, que en ese entonces era viceministro de Defensa Social, la autoridad ejecutiva en la lucha contra el narco.

Un correo electrónico enviado entre Karen Hooper, LatAm AOR y Paulo Gregoire, revela las conversaciones sobre este tema bajo el rótulo “Bolivia expulsó a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos por ‘espiar a las novias del presidente’”, según esa infiltración.

Paulo Gregoire es el que redacta y envía el 8 de septiembre de 2011 el informe a Hooper sobre el cable filtrado por Wikileaks. “Según se informa, Cáceres dijo a los funcionarios estadounidenses que la expulsión ‘tenía que ocurrir porque el presidente (Evo) Morales estaba ‘molesto porque la DEA lo está siguiendo, especialmente cuando visita a sus novias’”, se lee en una parte de su reporte diplomático.

Entonces, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, descalificó el trabajo de la DEA y estos días, tras la extradición de Dávila, rechazó la postura del evismo sobre este caso

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