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Con Dávila en Estados Unidos, la DEA muestra su alcance global y advierte: “Nadie es intocable”
Un cable diplomático filtrado recientemente por Wikileaks señala que la DEA se fue por “espiar” a “las novias” de Evo Morales.
Maximiliano Dávila, exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) se declaró “no culpable” ante un tribunal de Nueva York, Estados Unidos. Es acusado de asociación delictuosa para la importación de cocaína y manejo de armas vinculadas con actividades de narcotráfico. La audiencia tuvo lugar el viernes 12 de diciembre tras su extradición
Dávila, quien fue aprehendido e en 2022 mientras intentaba cruzar a Argentina, enfrentaba cargos por enriquecimiento ilícito en el país. Nunca hubo una denuncia por narcotráfico en su contra, a pesar de denuncias.
Sin embargo, investigaciones de la DEA (Administración para el Control de Drogas) lo vinculan con una red internacional de tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, activa desde al menos 2019. Según el caso, la organización utilizaba aeródromos bolivianos para trasladar cargamentos de droga, aprovechando conexiones entre funcionarios públicos y criminales.
En su primera comparecencia, la jueza Robyn F. Tarnofsky le asignó un abogado defensor. Dávila aceptó permanecer detenido mientras continúa la investigación. Este caso representa la primera extradición de un boliviano a Estados Unidos al amparo del Tratado de 1995, en un contexto en el que la lucha contra el narcotráfico ha sido tema de debate político, especialmente por las posibles conexiones de altos funcionarios de anteriores administraciones con redes criminales.
La trayectoria de Dávila en la Policía Boliviana ha estado rodeada de controversias. Durante su gestión, fue señalado por extorsión y “volteos” de droga, según acusaciones de otros oficiales, como el exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Santa Cruz, Gonzalo Medina. Este último lo calificó como “el verdadero narcotraficante”, vinculándolo a operaciones irregulares de confiscación de droga. Sucedió en 2019, cuando Evo Morales era Presidente y Carlos Romero, ministro de Gobierno.
Además, Pedro Montenegro, un narcotraficante extraditado a Brasil, acusó a Dávila de mantener negocios con el tráfico de sustancias controladas. Montenegro dejó constancia de estas afirmaciones en una carta, anticipando que la DEA tomaría medidas contra el exjefe antidroga del país.
En 2022, la DEA presentó en la Corte Suprema de Colombia una acusación formal contra Dávila y otros miembros de una red criminal, entre ellos Omar Rojas, su hermano Alexander Rojas, y otros individuos implicados. Según la investigación, esta organización distribuía cocaína desde Bolivia
Los informes de la DEA presentados en la acusación de Estados Unidos, también citan como investigado al coronel Alexander Rojas Echeverría, hermano de Omar Rojas, que durante la gestión 2014 dirigió la FELCN en Santa Cruz y un año antes en Cochabamba. Ese documento de la justicia de EEUU también fue enviado a Colombia y Perú donde operan agentes de la DEA.
El exjefe de la Felcn puede ser condenado a cadena perpetua por el Tribunal del Distrito de Nueva York, que es la pena máxima de uno de los delitos por los que se acusa a Dávila en Estados Unidos