El Gobierno nacional dispuso este lunes que efectivos de la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas (FFAA) custodien dependencias del Estado para evitar desmanes de organizaciones sociales afines al MAS que protestan y bloquean contra el cambio de la fecha de las elecciones generales.
Yerko Núñez, titular de la Presidencia, informó que la reunión de Gabinete ingresó en cuarto intermedio, pero realiza un análisis permanente de la situación que atraviesa el país y solicitó tiempo para que organismos internacionales y la Iglesia Católica puedan mediar para superar el conflicto.
La autoridad abogó para que exista un punto final en las movilizaciones y detalló que los uniformados serán desplegados en las plantas de YPFB, aeropuertos y otras instalaciones, que son estratégicas y sobre las que existieron amenazas de toma.
También instó a que el Ministerio Público actúe de forma inmediata y de oficio contra esos grupos que se muestran armados en imágenes en redes sociales, a tiempo de garantizar el resguardo a personal de salud que sigue con extremando esfuerzo sus labores en medio de la contingencia sanitaria por el Covid-19.
El informe desde el área económica de los colaboradores de la presidenta Jeanine Áñez indica que las pérdidas a siete días de iniciados los bloqueos llegan a Bs 700 millones, con mayor perjuicio para sectores productivos, cuyos alimentos están varados y echándose a perder en las carreteras.
“Es importante poner un punto final a estas movilizaciones y si ya hubo un acuerdo entre el Tribunal Supremo Electoral y el Legislativo, instamos a que esos dos órganos den certidumbre”, ratificó el ministro, asegurando que está plenamente garantizado el presupuesto para los comicios.
Finalmente, atribuyó a un sector radical las movilizaciones, señalando que tiene “secuestrado” al propio MAS y que buscan muerte. “Esa es la forma de hacer política de Evo Morales”, dijo, reiterando que “el Gobierno ingresó defendiendo la democracia y la vida y esos son los valores que mantendrá hasta concluir su gestión”.