Una alta fuente de la Policía, que prefirió mantener su identidad en resguardo, confesó que perdieron el rastro al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, prófugo desde el 29 de julio, y desconocen si se encuentra en Bolivia o si salió del país.

Agentes policiales fuertemente armados intervinieron la tarde de este miércoles el aeródromo del municipio de Santa Ana de Yacuma, en el departamento de Beni, para ejecutar en el lugar labores investigativas en temas de lucha contra la comisión de ilícitos.

La fuente señaló que “en algún momento este señor ha visitado varios balnearios en la frontera con Brasil, seguramente con la intención de generar una salida por ese lado. Me refiero a Guayaramerín, a Guajará. La Felcn intervino varios de esos hoteles buscándolo”, pero no lo encontraron.

El jefe policial advirtió que la Policía tiene información relacionada con intervenciones quirúrgicas y de maternidad, que se habrían producido en el círculo familiar más cercano. “No sabemos dónde está porque el tipo no usa teléfono, no se comunica absolutamente con nadie, lo que es normal”, pero aseguró que su organización paró todas las operaciones de exportación de cocaína desde Bolivia.

También mencionó, que el uruguayo recibe información de un exjefe de Inteligencia de la Policía antidrogas, situación que dificulta las operaciones.

La fuente lo califica como un pez gordo que ha liderado una organización criminal vinculada con Perú, Paraguay y Brasil, pero que en este momento todas sus operaciones se han detenido. “Hay dos pilotos que trabajaron con él y que estuvieron trabajando de cerca. Esperemos que en las próximas horas se abran. Es poco posible que sepan dónde está”.

Sin embargo, enormes incautaciones conocidas ayer en Europa señalan exactamente lo contrario. La Policía propinó un golpe duro al tráfico de drogas en España, con la incautación en el puerto de Algeciras (Cádiz) del mayor alijo de cocaína intervenido en el país, según ha informado esa institución.

El cargamento supera los 9.000 kilos de cocaína. Hasta ahora era el mayor alijo de esta droga intervenido en España fue el cargamento de 8.740 kilos fue localizado en 2018 en un contenedor de plátanos procedente de Colombia. La prensa españoles vinculan el hecho con el clan Marset.

Mientras que la Guardia Fronteriza de Polonia incautó casi 440 kilogramos de cocaína valorados en alrededor de $us 43,6 millones en el puerto de Gdynia, informaron las autoridades polacas.

La cocaína estaba impregnada en tablas provenientes de Bolivia, desde Chile, según información entregada por la Guardia Fronteriza. Este es el enésimo cargamento de droga boliviana hallado fuera de las fronteras.
La fuente consultada, que pidió anonimato, señaló que hay varios vértices vinculados a la operación de captura de Marset.

 “No sabemos su paradero, si es que salió o no del país, pero como sus allegados son sus socios del narcotráfico, la estrategia pasa por presionar a todos los que tuvieron que ver con él. Esa estrategia dio buenos resultados en el caso Montenegro y en los que tienen que ver con familias comunes: pinchas a su amante, a su perro, a su gato y al final hace que la presión lo obligue a presentarse y entregarse”.

El escándalo del caso Pedro Montenegro se destapó en 2019, tras la filtración de un audio y la aparición de fotografías del mencionado junto a policías. En ese entonces, se descubrió que él había obtenido una doble identidad y tendría nexos con jefes policiales y autoridades judiciales dentro de su actividad de narcotráfico.

Por un lado, Montenegro fue sentenciado a seis años de prisión en Bolivia, en julio de 2019, por los delitos de falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado, al haber adulterado su identidad para hacerse pasar como Pedro Hoffman Sainz. Luego, fue extraditado a Brasil en noviembre de ese año. En enero de 2021, se conoció que Montenegro fue condenado en Brasil a 11 años y 8 meses de prisión por tráfico internacional de drogas.

Ahora hay casos abiertos, muchos procesos separados, para cercar a Marset por todas partes, explicó el jefe policial. “Por lavado de activos a quienes tienen que ver con negocios de Marset. Los que le alquilaron una casa, otro juicio, y así sucesivamente”.
Las autoridades pusieron una recompensa de $us 100.000 para quien de datos claves para atraparlo. “Muchas de las actividades que realizamos tienen como origen esas fuentes, pero casi todas las llamadas entregan datos falsos. Una vez más, no podemos afirmar que esté dentro de Bolivia, ni que esté afuera tampoco”.

El ciudadano uruguayo Federico Ezequiel Santoro Vassallo, vinculado con el caso de España, considerado por los investigadores como el hombre de confianza del narcotraficante Sebastián Marset, fue detenido el miércoles en Minga Guazú, Paraguay, por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas.

El hombre fue imputado posteriormente por el agente fiscal de Narcotráfico por los hechos de lavado de activos provenientes del narcotráfico en asociación criminal. El uruguayo compareció ayer ante la jueza penal de garantías especializadas en Crimen Organizado, Rosarito Montanía, y fue enviado a prisión.

Según las fuerzas policiales paraguayas, se llevaron a cabo diez allanamientos tanto de viviendas como de empresas, con el objeto de identificar los bienes a ser incautados y recabar mayores evidencias para la investigación que se encuentra en curso en relación a la estructura de Sebastián Marset.

El miércoles en Santa Cruz, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Ricardo Torrez, informó que se autorizó la extradición del narcotraficante uruguayo Elbio Horacio Perini Simonetta que en Bolivia fue capturado en dos oportunidades y que fue vinculado a su compatriota Sebastián Marset.

Perini se encuentra detenido en la cárcel de Palmasola desde el 11 de agosto, cuando se ejecutó la orden de captura internacional que pesaba en su contra por tráfico de sustancias y estupefacientes prohibidos, además por su participación en grupos criminales.

“La Sala Plena había emitido un auto de detención preventiva con fines de extradición (contra Perini), es precisamente producto de ese auto que se ordena la detención con fines de extradición y la Policía dio curso a esa orden”, dijo Torrez.

La fuente señaló que en su caso fueron contactos con Inteligencia de Uruguay, que en coordinación con las autoridades bolivianas lograron identificar a este individuo, que estaba oculto en el país. “Tenía otro nombre y otros datos. No es una investigación que podamos controlar. Es muy complejo”, dijo.

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