La Policía Boliviana retornará al trópico de Cochabamba el próximo lunes 16 de diciembre, tras un acuerdo alcanzado entre autoridades del Ministerio de Gobierno y los alcaldes de la región.
Este retorno estará marcado por un acto de desagravio que buscará fortalecer el vínculo entre los efectivos policiales y los comunarios. Además, se anunciaron compromisos que apuntan a garantizar una colaboración efectiva y segura.
La reunión, que tuvo lugar en las instalaciones del Viceministerio de Régimen Interior y Policía, contó con la presencia de diversas autoridades municipales, como el alcalde del municipio de Puerto Villarreal y presidente de la Mancomunidad del Trópico de Cochabamba, Oliver Cosío; la alcaldesa de Villa Tunari, Segundina Aureliana Paniagua; y el alcalde de Chimoré, Marcial González.
También participaron el presidente del Concejo de Entre Ríos, Jerónimo Villa; el secretario general del departamento de Cochabamba, Rojas Bustamante; el asesor del Concejo de Entre Ríos, Carla Garnica; y el coordinador de la Mancomunidad del Trópico, Johnny Cortés. Por parte del gobierno, encabezó las negociaciones el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos.
En declaraciones tras el encuentro, el viceministro destacó que “como Gobierno, hemos trabajado para garantizar la seguridad e integridad de los ciudadanos, así como el restablecimiento de los servicios policiales, bancarios y del SEGIP en la región”.
Además, subrayó que se han identificado prioridades que permitirán mejorar las condiciones operativas de la Policía Boliviana en la zona. “Realizaremos un acto de desagravio que simbolice el compromiso de trabajar en coordinación con la comunidad, fortaleciendo la presencia policial y garantizando la seguridad de todos”, indicó Ríos.
Por su parte, el alcalde Oliver Cosío, enfatizó la importancia de este acuerdo para los más de 260,000 habitantes del trópico. “Era fundamental normalizar los servicios policiales y bancarios en nuestra región. Hemos sostenido una reunión de más de tres horas en la que logramos acuerdos reflejados en un acta. Ahora esperamos que la Policía Nacional vuelva a cumplir su labor constitucional y que estos compromisos se traduzcan en un beneficio tangible para nuestra población”.
Entre los compromisos asumidos por el Ministerio de Gobierno y las autoridades locales se incluye el mantenimiento progresivo de vehículos y motocicletas policiales, el incremento de personal en función de un diagnóstico situacional y la gestión para reanudar los servicios del SEGIP y de las entidades financieras. Estas medidas buscan resolver las deficiencias estructurales y operativas que se agravaron tras los recientes conflictos sociales en el país.
El viceministro de Régimen Interior subrayó que el retorno de los efectivos policiales será acompañado de un despliegue logístico y humano. “Estamos comprometidos a garantizar la seguridad en todos los municipios del trópico. El acto de desagravio en Villa Tunari será el inicio de esta nueva etapa, y trabajaremos para que cada localidad cuente con los recursos necesarios para atender las necesidades de la población”, dijo.
En respuesta a las preocupaciones sobre la seguridad de los efectivos policiales, los alcaldes se comprometieron a brindar las condiciones necesarias para el desarrollo de sus funciones. “Todos entendemos que la Policía Boliviana debe tener las garantías para cumplir su trabajo según lo establece la Constitución. Nosotros, como autoridades locales, haremos nuestra parte para garantizar un ambiente seguro y colaborativo”, aseguró Cosío.
Finalmente, las autoridades coincidieron en que este acuerdo marca un importante paso hacia la reconciliación y la normalización de los servicios esenciales en el trópico de Cochabamba, fortaleciendo así el vínculo entre la Policía Boliviana y las comunidades de la región.