Aunque los abogados del MAS adelantaron que no aceptarán a la primera notificación la entrega de la sigla a los arcistas, las bases y algunos dirigentes ya visualizaron la posibilidad de formar otro partido rápidamente y preparase para las elecciones generales 2025. Mientras el líder masista, el expresidente Evo Morales llamó a no desmoralizarse y seguir unidos.


“Esto se repite, no hay por qué desmoralizarse, compañeras compañeros, a las nuevas generaciones, antes no era cuestión de sigla, ahora tampoco es cuestión de sigla, no es sencillo socializar tampoco, pero, avanzamos y avanzamos”, arengó Morales en una inusual aparición radial la mañana de este miércoles.


Recordó que en 1995 fueron como candidatos por Izquierda Unida y ganaron la mayoría de las alcaldías; luego en 1997 fueron por ASP y lograron cuatro escaños en el parlamento. Las bases que tienen en los grupos de WhatsApp expresaron su propuesta de crear un nuevo partido, incluso sugirieron el nombre de ‘MAS-radical’ y perder menos tiempo en lamentaciones.


El senador William Torrez (MAS-ala evista) también dejó abierta la posibilidad de crear otra fuerza política para participar en los comicios, aunque luego dijo que se deben acabar las instancias legales antes de dar por hecho la pérdida de la sigla.


Para el jefe masista, la acción de Luis Arce de dejarlo sin sigla no tiene ningún futuro pues cree que si las elecciones generales fueran este fin de semana Arce obtendría el 2,2 % de la preferencia electoral lo que supondría una eliminación automática del panorama político del país.


Asimismo, los militantes radicales del MAS plantearon también presentar renuncias colectivas ante el TSE y estar plenamente habilitados para participar en otra fuerza política. El número de militantes registrados en el TSE era de 1,1 millones antes de este conflicto interno.


Las organizaciones afines al Gobierno que forzaron el congreso de El Alto y eligieron a Grover García como jefe del MAS ya proclamaron por anticipado el binomio Lucho-David para una reelección, aunque tienen a la población en contra por la desastrosa administración del Estado en estos cinco años.


Los arcistas están convencidos de ganar las siguientes elecciones y repetir el 55,1% que lograron en los comicios de 2020.