Pugnas. Los sectores sociales y sindicales que promueven el retorno de Evo Morales al poder y aquellos que impulsan la candidatura del presidente Luis Arce para un segundo mandato volvieron a chocar el fin de semana.

Marcada por esta tendencia, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) celebró hasta ayer un congreso para elegir nuevos dirigentes. El evento cerró con 450 lesionados y dos mesas directivas enfrentadas, precisamente, entre las facciones de ‘evistas’ y ‘arcistas’.

Por una parte, la facción campesina que respalda a Morales eligió a Ponciano Santos, representante de Santa Cruz, como el nuevo dirigente nacional. Cuando intentó tomar posesión de la sede nacional, la Policía se lo impidió.

“Asumí como ejecutivo nacional y no hemos venido a generar problemas y por eso quisiéramos que nos dejen entrar, es lo único que puedo pedir”, dijo Santos a los guardias antimotines de la Policía que cercaron todos los accesos posibles a la sede de la Csutcb, en el barrio paceño de Miraflores.

Santos anunció un plazo de “2 horas para levantar el cerco” y declaró “estado de emergencia”. Señaló que si en ese tiempo se mantiene “el bloqueo” en su contra asumirán medidas de presión que no precisó y anticipó consultas con sus bases. No descartó una movilización a escala nacional.

Mientras Santos y un grupo de dirigentes que lo apoyaron en el congreso intentaban convencer a los policías, en el coliseo Héroes de Octubre de El Alto, donde se celebró el accidentado evento, los campesinos que apoyan la reelección del presidente Luis Arce eligieron a otro dirigente: Lucio Quispe, un representante aymara.

“Sí se pudo, La Paz no se rinde Jamás. ¡Lucho! ¡Lucho!” fueron los vítores al salir del coliseo alteño.

La Csutcb es uno de los cinco grandes sindicatos que sostienen al Movimiento Al Socialismo (MAS), la organización política con la que Evo Morales llegó al poder por primera vez en 2006.

Desde que comenzó el congreso estallaron críticas entre las dos facciones, pero entre el sábado y la madrugada de ayer se produjeron los incidentes más violentos. La Policía reportó un efectivo afectado por un traumatismo cráneo encefálico y varios heridos.

El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, afirmó que “un grupo radical” que bebió en exceso tenía armas punzocortantes con las que produjo varias de las lesiones reportadas ayer.

Morales en su programa de radio responsabilizó al presidente Arce de haber instruido a la policía departamental el uso de gases lacrimógenos, pero Ríos afirmó que esas granadas se activaron “desde adentro”, es decir por alguno de los asistentes al congreso.

El jefe del MAS aseguró que los gases lacrimógenos fueron empleados en unas cinco ocasiones, siendo la primera a las 04:30 del domingo. Ríos señaló que por el uso irregular de estos químicos y el empleo de armas punzocortantes aún no habían arrestados.

“La unidad es la principal fortaleza de nuestras organizaciones sociales. Saludamos al hermano Lucio Quispe, elegido en consenso como el nuevo secretario ejecutivo de la gloriosa Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia”, escribió el Jefe de Estado en sus cuentas de redes sociales después de que Quispe fuera ungido como “nuevo ejecutivo” de la Csutcb.

Evo Morales hizo lo mismo con su candidato: “Muchas felicidades al flamante Comité Ejecutivo Nacional de la Csutcb, Ponciano Santos, ejecutivo nacional, Pedro Llanque, secretario general y Humberto Claros, segundo secretario general”, escribió en la red ahora llamada X, antes Twitter.

La pasada semana, Juan Enrique Mamani, de la facción evista, fue elegido secretario de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia (Csciob). El 14 de agosto, el ampliado de la facción arcista impulsada Esteban Alavi, se transformó en congreso para reelegirlo como directivo y posesionarlo de inmediato en la ciudad de Sucre.