El exministro de Educación, Adrián Quelca, mediante su defensa legal, presentó una denuncia por prevaricato contra la fiscal Rocío Feraudi, quien lo imputó por el delito de incumplimiento de deberes.

El Ministerio Público solicitó la detención domiciliaria de Quelca por presunto tráfico de influencias en la designación de cargos directivos del sistema educativo. Tras estos hechos, él renunció a su cargo.

El proceso contra el exministro surgió a denuncia de la viceministra Aurea Balderrama, quien presentó ante la Fiscalía mensajes de WhatsApp en los cuales supuestamente Quelca instruía a un alto funcionario (ahora detenido) que favorezca o perjudique a determinados postulantes a cargos.     

Quelca, en conferencia de prensa, negó que haya cometido delito y argumentó que su función solamente era emitir la convocatoria para los cargos, pero no  la designación. “En ningún momento hemos negociado cargos, exámenes ni hemos favorecido a nadie en la designación”, aseguró.

Su abogada, Mary Carrasco, indicó que se ha denunciado a la fiscal Feraudi, porque consideran que usó un artículo derogado, como el de incumplimiento de deberes, y no se podía usar las conversaciones de WhatsApp como prueba.

También considera que la viceministra Balderrama cometió usurpación de funciones al presentar la denuncia contra Quelca, porque esa es una función del ministro, como máxima autoridad de ese despacho.

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