El viceministro de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, Max Enríquez, señala que si bien el país registra un notorio descenso en los casos  de Covid-19, todavía es prematuro hablar de un control del brote, dado el comportamiento errático del virus.

A menos de una semana del inicio de clases, insiste en el llamado a los padres de familia de que hagan vacunar a sus hijos, considerando que los niños son los más afectados y tienen una baja cobertura en la inmunización. Para dar un impulso a la aplicación de la dosis, esperan lograr la aceptación de los progenitores para que sea distribuida y aplicada en las escuelas.

 ¿Cuál es la situación de Covid-19 en el país? ¿Se puede decir que estamos en proceso de control de este brote?

Lo que estamos viendo es una disminución del número de casos, de casi un 45% con la semana anterior. De 5.875 casos, en la semana epidemiológica 4 bajó a 3.272 contagios reportados. Ocho de los  nueve departamentos han presentado una disminución, con excepción de Pando que se mantiene en fase estacionaria.

Sin embargo, podemos decir que hay un decremento de los contagios bastante importante, pero aún es muy prematuro decir que el brote ya está bajo control. Sabemos de lo errático del comportamiento de la enfermedad, por lo que todavía debemos esperar unas tres o cuatro semanas para poder confirmar que ya hemos pasado el brote.

 ¿Cuál es el grupo más afectado?

Los niños de cinco a nueve años, por esta razón insistimos en que los padres de familia deben hacer vacunar a sus niños, previo a esta semana del retorno a clases. Este grupo es muy importante porque es el que va a estar entrando en contacto directo cuando vuelva a las aulas. Los niños comparten hasta sus alimentos, por eso va nuestra reflexión a los padres de familia  para que no descuidemos a este grupo, que es el más vulnerable. 

 Precisamente los niños tienen la menor cobertura en la vacunación anticovid, ¿qué se va a hacer para impulsar la inmunización a este sector?

Estamos en ese proceso de ver la obligatoriedad de las formas de control y prevención, y una de ellas es la vacunación. Estamos promoviendo y ojalá podamos tener la aceptación de que la vacuna sea distribuida y aplicada en las unidades educativas, sería lo ideal. Sin duda, esto tiene ser a través de una coordinación con los padres de familia, por eso estamos diciendo que, en unas tres o cuatro semanas, sabremos cuál es el comportamiento del virus al interior de las unidades educativas. La inmunización es muy importante, pero vemos que la cobertura es muy baja todavía. Hemos distribuido 600.000 dosis y hemos alcanzado entre el 15 y 20% de cobertura. Hay vacunas disponibles.

 ¿Podría la vacuna exigirse  como requisito para la asistencia a clases?

La Ley 3300 obliga a todos los niños a que tengan las vacunas, pero los padres han interpuesto sus principios para que otorguen la autorización. En este sentido, instamos a los papás a que tomen  con responsabilidad esto, que los niños puedan ser vacunados para que estén protegidos contra el virus y, si se contagian, la enfermedad pueda ser más llevadera.  Las más de 16 millones de dosis aplicadas en el país (desde hace tres años) nos da la seguridad.

Hemos tenido coberturas muy buenas, sobre todo en los mayores de 60 años, que han sido los que han respondido arriba del 85%. En nuestros niños también hemos llegado a un 60% (en anteriores campañas). Si uno está vacunado también protege a los demás.

El Ministerio de Educación nos ha planteado el uso del barbijo como una obligatoriedad y nos parece una buena medida, porque contribuye a romper la cadena de transmisión. El tema de vacunación siempre es de carácter voluntario.

 En cuanto a las variantes, ¿cuáles están circulando en el país y qué tan agresivas y transmisibles son?

Según los últimos estudios genómicos, todavía es predominante la XBB 2.8 y tenemos la presencia de la JN.1, pero en muy baja proporción. La XBB ha estado circulando bastante tiempo en nuestro medio y, una subvariante de esta, es la JN.1. Cualquiera que fuera, lo que se ha visto es alta transmisión y menos severidad. Eso hemos notado en este brote, que la enfermedad se expande rápidamente y que en algunos casos de pacientes que no han recibido ninguna dosis ha resultado ser fatal. En Santa Cruz hemos tenido 14 muertes y también se han representado decesos en La Paz y Beni.

 ¿Qué contemplan los protocolos para el retorno seguro a clases?

El uso del barbijo, el lavado constante de las manos y la aplicación del alcohol gel. También el triaje, que estará a cargo de los maestros, que deben detectar a los niños con cuadros respiratorios y considerar suspender la asistencia a clases. Estas son las medidas que van a contribuir para poder controlar definitivamente la enfermedad.

Cada caso se debe analizar de forma particular, pero si hay más de un 50% de alumnos afectados, se tiene que tomar medidas para frenar la transmisión del virus. También es fundamental que, si los padres de familia notan que su niño está con un cuadro respiratorio, no lo envíe a clases hasta que se resuelva el caso y, de esta forma, podamos tener a la población estudiantil más protegida contra el virus.

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