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El Gobierno de Milei anuncia que prevé privatizar la empresa de correo de Argentina
La compañía estatal de correos, que tuvo su génesis en el siglo XIX, ya había sido privatizada en la década de 1990 y volvió al sector público en 2003.
13 de noviembre de 2024, 14:47 PM
El Gobierno de Argentina anunció que prevé que el Correo Argentino, principal compañía postal del país, deje de estar en manos del Estado. En 2023 la empresa pública había generado ingresos por más de 312 millones de dólares, tenía más de 1.400 sucursales en todo el país y más de 16.000 empleados, que pasaron a unos 12.000 en 2024, según información del Gobierno.
A pesar de que había quedado fuera de las empresas estatales a privatizar en la gran ley de bases, la ley ómnibus de reforma del Estado y la económica que el Gobierno había conseguido que el Legislativo aprobara a mediados de 2024, el lunes, en una entrevista con la emisora radial local Mitre, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, dijo que el Correo Argentino “tiene que ir hacia un proceso de privatización, concesión o transferencia a empleados”. ¿Pero cuál es el punto de vista de los clientes y empleados?
Dentro de una sucursal del Correo Argentino de una zona céntrica de la Ciudad de Buenos Aires, los clientes envían paquetes, cartas documento y otra correspondencia. Entre ellos se encuentra Mirta, que en principio está de acuerdo con la idea general de las privatizaciones.
“Las empresas públicas tienen que privatizarse y buscar la eficiencia”, indicó, aunque en el caso del correo aún no está tan convencida. “Creo que debe darse mayor información sobre el tema”.
En el salón también está Octavio, quien cree que en cualquier caso siempre hay un rol para el Estado. “Entiendo que siempre exista competencia, está bien. El estado tendrá que garantizar por ejemplo, que el correo llegue a donde el privado no llega”.
Los sindicatos del sector ya se habían manifestado en contra de una eventual privatización de la empresa postal estatal, pero no todos los trabajadores piensan igual.
Cerca de la sucursal, Abel, con 30 años de cartero en el Correo Argentino está haciendo su reparto y explica que “de alguna manera la cosa está dividida, hay gente que está de acuerdo, hay gente que no. Obviamente cada uno respeta lo suyo. En mi caso yo entré por allá por el 96 y estaba el correo privatizado”.
La compañía estatal de correos, que tuvo su génesis en el siglo XIX, ya había sido privatizada en la década de 1990 y volvió al sector público en 2003.
Ahora, otra vez, podría volver a privatizarse, de la mano del Gobierno de Javier Milei, para el que el Estado debe tener la menor cantidad de empresas a su cargo.