Con nuestro corresponsal en Nueva Delhi, Côme Bastin

El Ministro del Interior apenas era visible mientras pronunciaba un discurso en la capital política de la India el viernes 15 de noviembre. Nueva Delhi, donde viven 30 millones de habitantes, está cubierta por una espesa nube contaminante, mezcla de niebla y emisiones tóxicas, y la calidad del aire allí se considera extremadamente peligrosa.

Con el frío del mes de noviembre y las quemas agrícolas que se llevan a cabo en los alrededores, este escenario catastrófico se ha vuelto inexorable en India. El 13 de noviembre se registraron niveles de micropartículas cancerígenas más de 50 veces superiores al máximo diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

"Debido al aumento de los niveles de contaminación, todas las escuelas primarias de Delhi pasará a dar clases en línea, hasta nueva orden", anunció la ministra principal de Nueva Delhi, Atishi, conocida únicamente con este nombre, en la red X.

Medidas de emergencia contra la contaminación

El mes pasado, el Tribunal Supremo, máximo órgano judicial del país, añadió el aire limpio a la lista de derechos humanos fundamentales y ordenó al gobierno que tomara medidas. Por ello, el gobierno local ha decidido tomar medidas de emergencia en el marco de un plan de acción denominado de “nivel 3”. 

Se prohíben todas las actividades de construcción y demolición, se cierran los colegios y se prohíbe la circulación de vehículos que contaminen con diésel.

Tras animar a los automovilistas a apagar sus motores en los semáforos en rojo, la ciudad de Nueva Delhi también probó en 2021 una torre de filtrado, que fue rápidamente abandonada, y también está considerando la posibilidad de utilizar drones para rociar agua sobre las zonas más contaminadas.

En plena COP29, la capital india ilustra los riesgos de las emisiones de gases contaminantes, incluso más allá de los efectos del cambio climático. 

Según un estudio reciente, la contaminación atmosférica es responsable del 11,5% de los fallecimientos en Delhi, es decir, 12.000 muertes al año. Otro estudio publicado en la revista médica The Lancet atribuye a la mala calidad del aire la muerte de 1,67 millones de indios en 2019.