El cuerpo humano es una verdadera máquina biológica con una precisión casi inigualable. Cada órgano, cada célula y cada sistema trabajan en perfecta armonía, interconectándose para permitirnos llevar a cabo las innumerables actividades de nuestra vida diaria. Para mantener este mecanismo en buen estado, sin embargo, es esencial cuidarlo a través de una combinación de buena alimentación, ejercicio regular y un buen estado de ánimo.
Uno de los pilares para que esta máquina funcione de manera óptima es conocer su estructura y funcionamiento. De ahí que la anatomía humana no es solo un área de estudio académico, sino una herramienta vital para entender cómo cuidar nuestro cuerpo, asegura Vito Rivas, profesional médico y docente de la materia de Anatomía de la carrera de Medicina en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“El cuerpo humano resulta ser una excelente máquina a la cual hay que cuidar y donde cada uno de los órganos cumple una función específica y cuando se interrelacionan hacen funcionar esta maravillosa máquina”, indica el médico, con más de 40 años de experiencia profesional.
La anatomía es la ciencia que nos permite estudiar la estructura de los seres vivos, su forma, topografía, ubicación, disposición y sus funciones. Con 200 huesos, 650 músculos, 79 órganos y suficientes vasos sanguíneos, el cuerpo humano es una pieza de ingeniería compleja en la que cada estructura juega un papel preciso.
Para Marcell Guzmán, odontólogo colombiano que en 2015 recibió el Premio de excelencia del National Academy of Future Physicians and Medical Scientists, aprender anatomía es similar a construir una casa, porque “si las bases son fuertes, resistirá toda una vida. Este tema es indudablemente complejo y repleto de detalles, pero lo básico de la anatomía seguirá apareciendo una y otra vez, es por esto que es esencial que domines los principios fundamentales”.
Como toda máquina, el cuerpo necesita cuidado
Al comprender cómo interactúan nuestros órganos y sistemas, adquirimos la responsabilidad de protegerlos, evitando el desgaste prematuro de esta maquinaria que, bien cuidada, tiene el potencial de operar sin límites.
Rivas explica que el cuidado comienza con la alimentación ya que, como cualquier máquina, el cuerpo necesita el combustible adecuado. Cada nutriente que consumimos tiene una función específica: las proteínas reparan tejidos, los carbohidratos nos proporcionan energía, las grasas saludables protegen nuestros órganos, y las vitaminas y minerales actúan como pequeños pero poderosos mecanismos que aseguran el funcionamiento correcto.
La clave está en el equilibrio: ni en exceso, ni en carencia. La variedad de alimentos en el universo ofrece todo lo que el cuerpo necesita para mantenerse en marcha, pero es nuestra tarea aprender a nutrirnos de manera adecuada y consciente.
“Tenemos que cuidar nuestro cuerpo con buena alimentación, sin exagerar ni más ni menos ninguno de los alimentos que hay en el universo”, señala el docente universitario.
El segundo componente esencial es el ejercicio físico. El movimiento es lo que mantiene la máquina en pleno rendimiento. No se trata solo de estética, sino de salud integral. La actividad física regular oxigena cada célula, fortalece los músculos, mantiene los huesos resistentes y protege el cuerpo contra enfermedades.
Estudios respaldan que quienes practican ejercicio con regularidad disfrutan de una reducción significativa en el riesgo de enfermedades, reforzando la idea de que el cuerpo necesita mantenerse activo para conservar su funcionalidad.
“Está establecido, científicamente, que toda persona que hace gimnasia todos los días protege su cuerpo, aproximadamente, hasta el 99% de todas las enfermedades”, agrega.
Finalmente, el buen humor juega un papel fundamental en esta ecuación. El estado emocional de una persona afecta directamente su bienestar físico. El estrés, la ansiedad y las emociones negativas pueden erosionar la eficiencia de nuestro cuerpo, tal como una máquina que sufre de sobrecarga.
El optimismo y la alegría, por otro lado, son el aceite que mantiene los engranajes funcionando sin fricción. Una actitud positiva no solo mejora la calidad de vida, sino que también contribuye a una mejor respuesta inmunológica y mayor resistencia frente a adversidades.
“Necesitamos llevar una vida saludable. No se debe exagerar en nada. En esta vida, no debemos exagerar en nada, cuidarnos con buen alimento, gimnasia y buen humor es lo más importante”, reflexiona el médico.
El cuerpo humano es, sin lugar a dudas, una máquina impresionante. Sin embargo, no es invencible. Para asegurar su funcionamiento óptimo, debemos cuidar nuestra alimentación, mantenernos activos físicamente y cultivar un buen estado de ánimo. Al final, nuestra propia biología nos muestra que la moderación, el equilibrio y el bienestar integral son las claves para vivir una vida plena y saludable.
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