El secuestro en el aeropuerto de Viru Viru de un cargamento de armas de guerra, procedente de Turquía, derivó en allanamientos practicados por policías y representantes de la Fiscalía en diferentes inmuebles de la capital.
Fueron agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) que ayer, en el aeropuerto Viru Viru, interceptaron 41 cajas de cartón con 192 armas de fuego, entre las que figuran fusiles tipo AK-47 calibre 7.62x39mm.
Durante los allanamientos, los agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) capturaron a un teniente de la Policía dado de baja a inicios de julio de 2011, luego de ser descubierto como parte de una banda que hirió de bala al sobrino del entonces presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y secuestró a su esposa, para ejecutar el cobro de una millonaria deuda relacionada con el narcotráfico.
Las primeras averiguaciones de los agentes sobre el exteniente Martín R.V. señalan que en julio de 2011 cayó preso junto a unas cinco personas, entre ellas altos funcionarios del Ministerio de Gobierno, cuando era titular Alfredo Rada.
Los informes señalan que el teniente dado de baja participó junto al grupo delictivo en una balacera en un inmueble de la calle Froilán Girón, que dejó herido al sobrino del presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Alfredo V.B.C. para el cobro de una supuesta deuda de siete millones de dólares, y secuestró a su esposa. La mujer permaneció cautiva durante cuatro días en una vivienda del barrio Guapaicito, donde fue rescatada con vida por la Policía.
El teniente y otras cinco personas fueron investigadas por delitos de tentativa de homicidio y secuestro. En la balacera y el secuestro, según la Policía, también participaron dos ciudadanos colombianos declarados prófugos.
El ex teniente prestará sus declaraciones informativas en la Fiscalía y la Felcc, mientras se desarrollan otros allanamientos en busca de más personas relacionadas con el transporte del armamento de guerra. Todas las diligencias se realizan con la presencia de la fiscal Delmy Guzmán.
Los informes oficiales de la Felcn revelaron el descubrimiento de 192 armas de fuego en 41 cajas de cartón.
Luego del procesamiento de una información de Inteligencia, el grupo GICE-Oriente, de la Felcn, alrededor de las 11 de la noche de este sábado avanzó a Viru Viru y verificó al menos 41 cajas de cartón de diversos tamaños, que habrían sido transportados desde Turquía.
La información de la Felcn señala que el cargamento de armas fue importado por la empresa ARMOUR LLC S.R.L., al momento de la verificación por parte de los policías se encontraban en el almacén 20, en instalaciones del aeropuerto de Viru Viru. Tras un conteo, en presencia de la fiscal, se evidenció la existencia de las 192 piezas.
La Felcn, en su reporte único, cuantificó las siguientes armas de fuego: 100 fusiles tipo AK-47 calibre 7.62x39mm, así como 80 escopetas calibre 12 mayor, cuatro fusiles tipo M-4 calibre 5.56x45mm, dos fusiles tipo SMG calibre 5.56x45mm, cuatro fusiles tipo M-4 calibre 9x19mm, y dos fusiles tipo SMG calibre 9x19mm.
Tras el secuestro del cargamento de armas de guerra, la Felcn y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen desarrollan diligencias, entre ellas allanamientos a diversos domicilios de la capital, en busca de los responsables del transporte de las armas y otras evidencias.
En los informes aún no se hace conocer qué línea aérea transportó las cajas con el armamento. Tampoco se sabe si la Aduana ejerció controles sobre las cajas y si selló documentación autorizada para el ingreso.
La fiscal Delmy Guzmán, en un contacto con medios de comunicación, afirmó que se trata de un hecho que está en proceso de investigación.
Las armas, especialmente los 100 fusiles tipo AK-47 calibre 7.62x39mm, fueron calificados por expertos y peritos como originales. Por esa situación están bajo estricta custodia de la Felcn.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo aseguró que las armas, procedentes de Turquía, hicieron escala en Colombia, y al final llegaron hasta el aeropuerto de Viru Viru.
No descartó la posibilidad de que podían ser usadas para fines ilícitos en una convulsión social.