Armados con rifles, machetes y la cara cubierta con pasamontañas y pañuelos, así  describen a los avasalladores de tierras las personas secuestradas la mañana de ayer, en la zona de Las Londras, en la provincia Guarayos.

Aún sin identificar por las autoridades y sin ninguna otra referencia de este grupo irregular armado, solo las descripciones de las víctimas y un video son la única evidencia que se tiene de ellos.

“Los que nos emboscaron tenían entre 25 a 35 años en promedio. Salvo pocas personas que se veían mayores pese a tener la cara cubierta, algunos con pasamontañas y otros con pañuelos largos que les tapaban la cabeza y el rostro”, cuenta uno de los testigos.

Según los relatos de las víctimas, los secuestradores usaban rifles, escopetas y machetes y eran entre tres o cuatro los que daban las órdenes, lo que a veces provocaba confusión entre ellos y momentos de nerviosismo, sobre todo en las primeras horas en las que hubo bastante tensión.  

“Los que mandaban tenían chaquetas camufladas y botines tipo militar, pero la mayoría usaba camisas manga larga sin ninguna identificación específica”, explica uno de los periodistas de la comitiva, que agregó que los aparentes líderes eran los más agresivos.

Entre las tres y cuatro de la tarde del jueves 28 de octubre, cuando los secuestrados fueron llevados al campamento que tenían bajo un tinglado, aparecieron varias mujeres, con los rostros descubiertos y fueron las encargadas de preparar la comida mientras algunos de los secuestradores se quejaban con los hombres de la prensa acerca de las publicaciones sobre avasallamientos insistiendo en que eran mentiras.

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