El arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, expresó su preocupación por los conflictos sociales en el país y por el paro cívico que se cumplirá este lunes 11 de octubre.

“A la luz de la sabiduría divina, quiero invitarles esta mañana a unirnos todos en oración y pedir a Dios para que el paro general dispuesto para mañana (lunes) en nuestro país se desarrolle en manera pacífica, sin provocaciones ni enfrentamientos de ningún tipo y con los debidos cuidados sanitarios”, resaltó durante su homilía dominical desde la catedral cruceña.

El líder religioso pidió a las autoridades escuchar al pueblo y abogó por una convivencia pacífica en el país. “Que los responsables del bien común escuchen a los ciudadanos, entre ellos a nuestros hermanos indígenas, que hasta ahora han encontrado solo silencio e indiferencia. Es el momento de instaurar un diálogo franco y sincero, el único camino para encontrar soluciones justas, acordadas y duraderas”, dijo monseñor Gualberti.

 Recalcó que la propuesta de Jesús es para todos y no deja a nadie sin la esperanza de salvación. Lo única condición es que estemos abiertos a acogerlo en nuestro corazón, jugarnos la vida por Él, compartir las riquezas acumuladas con los pobres y necesitados; este es el tesoro incorruptible que Jesús nos propone. Por tanto, si alguien no participa del don de la salvación, es porque él mismo se ha autoexcluido por acumular riquezas, por ser egoísta con el prójimo y por creerse autosuficientes ante Dios.

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