“Esto es aquí, en la comunidad indígena Naranjos, el fuego avanza y se acerca”, clamaba angustiada una comunaria, observando las grandes nubes de humo y fuego que se aproximaban peligrosamente a la zona.

Los incendios continúan acechando el municipio de Roboré, donde bomberos, militares y pobladores libran una batalla encarnizada contra el fuego, tanto por tierra como por aire. Este domingo, el panorama apocalíptico que dejaban los incendios llenaba de desesperación a la comunidad.

Rubén Darío Arias, presidente del Comité de Gestión del Área Protegida del Valle de Tucabaca, informó que, según los técnicos, el ataque aéreo en la zona de San Lorenzo Nuevo está dando resultados positivos, con 37 descargas de agua realizadas. Sin embargo, la preocupación se centra en la comunidad de Naranjos, donde se está evaluando la creación de un segundo comando para reforzar las labores de combate y proteger a sus habitantes.

Mientras tanto, en Motacusito (Chochis), el incendio ya fue controlado, y los bomberos realizan un monitoreo constante de la zona. A pesar de esto, la situación en Naranjos sigue siendo crítica, y los pobladores piden ayuda urgente para salvar sus hogares y su comunidad.

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