Milka cargó en brazos a su pequeña de casi tres años y se unió a la protesta de madres de familia que este miércoles se concentraron frente al edificio de la Gobernación. Con carteles en mano, exigían el desembolso de las becas alimenticias y clamaban por evitar el cierre del Centro de Recuperación Nutricional Santa Cruz, cuya clausura, según les informaron, está prevista para el próximo año.

“Todo esto es por tu bien”, le susurraba al oído a su hija, intentando explicarle las razones de la movilización. Varias madres, algunas acompañadas de sus hijos, alzaron su voz no solo por los atrasos en los desembolsos de las becas, irregulares durante todo el año, sino también por el temor a quedarse sin un lugar donde atender a los niños con desnutrición y otros problemas asociados.

La pequeña de Milka, quien asiste al centro desde hace un año y dos meses, llegó con bajo peso debido a complicaciones tras nacer con parálisis. “Ella no camina ni se pone de pie, pero gracias a la atención que recibió en el centro ya puede sentarse y ahora está recibiendo fisioterapia”, dice su madre.

Según denunciaron las mamás, llevaban tres meses sin recibir las becas, por lo que el centro se estaba viendo en apuros para garantizar la alimentación especial que requieren los niños bajo tratamiento. Tras la manifestación, lograron que las autoridades abonaran los pagos pendientes.

Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que desde enero podría cesar la atención a niños que reciben la asistencia nutricional.

La administradora de este centro, Luly Languidey, confirmó que este miércoles se hizo efectivo el pago de las becas de octubre, noviembre y diciembre. Además, de lo que corresponde a farmacia; sin embargo, la preocupación se mantiene porque conocieron de forma anticipada que no están contemplados para recibir este beneficio que tenían desde hace 29 años de parte de la Gobernación, a través del Programa de Becas Sociales.

“No hemos tenido una reunión para que nos expliquen el motivo. Tenemos niños que reciben tratamiento nutritivo a base de frutas, verduras, lácteos y otros, todo eso lo damos gracias a las becas alimenticias, pero ahora eso está garantizado solo hasta el 31 de diciembre”, dijo al indicar que por el momento atienden a unos 30 niños de forma ambulatoria, 12 internados y una adolescente con anorexia y bulimia.

Esta situación mantiene en emergencia a las mamás que decidieron salir reclamar la continuidad de las becas, porque desde el 1 de enero no tendrían el beneficio. “Si la Gobernación no nos da el efectivo, no podemos continuar con la alimentación”, lamentó.

La situación de otros hogares

La coordinadora general del Proyecto Don Bosco, Karina Rocha, que también es parte de la comisión de hogares, informó que la Gobernación completó el pago del último trimestre, pero también advierte de la difícil situación que enfrentarán el próximo año.

Adelantó que ya tienen información que los convenios se harán de acuerdo a los procedimientos, pero que el presupuesto de la Gobernación para este programa es de Bs 7.500.000 y solo alcanzará para hogares y centros que atienden a niños y niñas en situación de riesgo y personas con discapacidad. Aquellos que se dedican a la atención de comedores, de drogodependientes o de adultos mayores no tienen garantizado la asistencia para todo el año y otros temen no ser tomados en cuenta.

Informó que el Proyecto Don Bosco recibió mucho apoyo en la Expo Solidaridad que se realizó el fin de semana. Además, ha despertado interés el plan padrino que tienen previsto implementar como estrategia de sostenibilidad y están organizando una rifa para el 31 de enero.

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