La ministra de Culturas, Sabina Orellana, criticó al centenar de personas que trataron de impedir el corso en Santa Cruz, calificando el hecho como una 'politización' de las tradiciones y hasta racismo "porque en el Carnaval demuestras lo que tienes".

"No entendemos (a) este grupo de personas que no (dejó que) se lleve el Carnaval en Oruro (aunque se estaba refiriendo a Santa Cruz) y están tratando de politizar el Carnaval. Y no se puede politizar nuestras culturas, tradiciones. El Carnaval no escoge a los políticos, sean de la derecha o del oficialismo, nos convoca a integrarnos, divertirnos y disfrutar de nuestra riqueza", manifestó.

El sábado, más de 150 vecinos autoconvocados en el Cambódromo se impusieron y obligaron a la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras (ACCC) a mover sus tarimas y equipos a la zona oeste de la ciudad.

Orellana agregó que ciertas personas quisieron "perjudicar" las tradiciones y culturas porque tienen "intereses muy reservados y hasta se puede entender el tema de racismo, porque en el Carnaval demuestras lo que tú tienes".

Dijo que al tratar de impedir la realización del corso también se perjudicó el movimiento económico que genera el Carnaval y puso de ejemplo lo ocurrido en la ciudad de Oruro, fiesta reconocida en el mundo y que recibe a miles de extranjeros.

El corso cruceño fue atípico porque ya existía un conflicto desde principios de este año sobre si realizarlo o no, por solidaridad con el gobernador Luis Fernando Camacho, privado de libertad en Chonchocoro hace más de 45 días. 

Finalmente, luego de idas y venidas; de golpes y enfrentamientos entre los que estaban a favor y en contra, la principal actividad del Carnaval cruceño se llevó a cabo en la avenida Roca y Coronado.

El paso de ballets se inició a las 20:20 del sábado. "Justicia, libertad y democracia", pidieron algunos bailarines. Otros se limitaron a mostrar música, danza, naturaleza y cultura cruceña.

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