Estudiantes, docentes y padres de familia de la Unidad Educativa 25 de Mayo, donde estudiaba el niño víctima de violación, encabezaron la movilización llevada a cabo este viernes, en Yapacaní, para pedir un cambio radical en la justicia boliviana.
La historia de un menor de 11 años conmocionó a Yapacaní. Víctima de abusos sexuales por parte de cuatro hermanos, el niño falleció a consecuencia de una enfermedad de transmisión sexual. Los agresores, al menos dos de ellos, se campeaban por el municipio de manera impune.
La ira de los habitantes del municipio se reflejaba en los carteles que mostraban. Desde el micrófono, el alcalde Juan Carlos Valles, se dirigía a los diputados nacionales presentes. "Queremos una sanción ejemplar para quienes administran la justicia, un cambio radical en la administración de justicia", reclamó.
Hizo un pedido para que otras autoridades municipales, de Santa Cruz y del país, se sumen a la demanda. Los pobladores también exigieron una auditoría a los casos de violencia y abusos sexuales que se han registrado en los últimos cinco años en este municipio.
Valles expresó el sentir de un municipio que "esta cansado de muchas situaciones de violencia y abuso de poder" en la que "se favorece a quien tiene plata".
La demanda generalizada clama por una reforma de la justicia para que "los más humildes accedan a la justica".
En la movilización intervinieron otras autoridades y representantes de diversos sectores del municipio. "En 2017 hubo un caso similar que movilizó una protesta similar", recordaba un dirigente.
Padres de familia y vecinos manifestaron su descontento con la justicia mediante carteles. Foto: Soledad Prado
Numerosos vecinos acudieron a un cabildo popular que busca acciones concretas para detener los casos de abuso a menores. Foto: Soledad Prado