La provincias se preparan para revivir tradiciones carnavaleras en medio de restricciones por la pandemia de coronavirus.

Vallegrande es uno de los destinos más visitados y los lugareños se preparan para reactivar su economía. La confraternización es lo que resalta, toda vez que las comparsas saldrán a recorrer las calles, visitando algunos domicilios donde son recibidos.

El municipio vallegrandino ha tenido que hacer ajustes al presupuesto, dado que anteriores años destinaba Bs 90.000 para premiar a los mejores grupos carnavaleros. Esta vez no se contemplan estos incentivos y se suspendieron los corsos estudiantil, infantil y el de mayores.

En San José de Chiquitos, el Cabildo Indigenal se alista para mostrar el Carnaval nativo josesano con actividades culturales, entre las que contempla el recibimiento de la bandera blanca del jubileo, que se hace el domingo y se la devuelve el martes completamente limpia, para mostrar que la fiesta se desarrolló con normalidad y sin peleas.

Este año no habrá corso ni coronación de la reina del Carnaval. Los eventos están permitidos desde las 5:00 hasta las 20:00, por lo que deben ajustarse a ese horario.

En San Ignacio de Velasco tendrán una fiesta en medio de restricciones para evitar el contagio de covid-19. El alcalde Ruddy Dorado dijo que se asumirán medidas de bioseguridad.

La fiesta comenzará el sábado con una entrada folclórica en vez del tradicional corso, con la participación de las comparsas infantiles, el Cabildo Indígenal y el ballet municipal.

Se exigirá el certificado de vacunación a los carnavaleros. Los locales, casas de espera, ferias, actividades o eventos que aglomeren personas deberán contemplar protocolos de bioseguridad y funcionarán con el 50% de su capacidad.

La Alcaldía de Comarapa está organizando para esas fechas la Feria Cultural y Gastronómica.

El comercio carnavalero

A pocos días del Carnaval, los productos relacionados a la fiesta grande copan los puestos de los mercados y supermercados de la ciudad. La ‘fiebre’ del juego del calamar se impone en las máscaras, al igual que aumenta la venta de espumas y de chisguetes.

Los carnavaleros ya comenzaron a comprar algunas novedades que se presentan para esta fiesta, donde sobresalen los chisguetes gigantes, las espumas de color, los cascos portalatas, la mixtura loca, sin dejar de lado los tradicionales silbatos, matracas, pelucas sintéticas de colores, máscaras, antifaces, casacas, cornetas, simbas postizas y otros.

En cuanto a las caretas, está de moda la de los personajes de la serie coreana El juego del calamar, cuyo precio va desde los Bs 15.

Las más requeridas son las que tienen las figuras del cuadrado, círculo y triángulo que son parte del uniforme de los guardias, y la máscara que usa ‘el líder’.

En cuanto a los chisguetes hay pequeños desde Bs 5 y los de mayor tamaño, con tanques para recargar agua, desde los Bs 25. Las casacas se las encuentra desde los Bs 25 y las espumas, desde los Bs 8.

Como parte de la tradición del occidente boliviano, que ya se impuso en Santa Cruz, también se encuentran los productos para la challa del martes de Carnaval, como la serpentina, mixtura y otros artículos que se utilizan para este rito.

Los comerciantes recomendaron tener cuidado al hacer sus compras, para así evitar ser engañados con productos falsos, especialmente las espumas que pueden ser dañinas para la piel.

En los escaparates también se tiene a la venta los conocidos talcos y aceites que vienen en pareja para su promoción, tratándose de productos que sirve para protegerse de algunas pinturas nocivas que e usan en estas fiestas.

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