Derramaron lágrimas tras conocer la orden del juez de dejarlos en libertad. Son los reclusos que, en muchos casos, ya cumplieron sus penas y no pudieron dejar Palmasola por falta de recursos para pagar los trámites; pero hay otros que están en situación de abandono y no lograron acogerse a este beneficio derivado del proceso de descongestionamiento carcelario.

Cada año, los jueces visitan las cárceles y revisan los casos de los reclusos. Este proceso se prolongó por cuatro jornadas en Palmasola o cuatro periodos de visitas al penal que se realizaron en abril, julio, septiembre y, justo, durante la primera quincena de este mes. El programa estuvo a cargo del magistrado Olvis Égüez, del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), representantes del Ministerio Público, la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario, así como los abogados de los reclusos.

Cumplió, pero seguía preso

En la visita del 14 de noviembre, la jueza Claudia Teresa Román Castedo escuchó muchos testimonios relativos a la culminación de las penas o condenas y la imposibilidad que los reos puedan recuperar el ejercicio pleno de sus derechos ciudadanos en libertad. En otros casos, hay detenidos que, habiendo cumplido ciertas condiciones para solicitar el beneficio de la libertad condicional, tampoco pudieron hacerlo por la precariedad económica en que están.

Le sorprendió, de este modo, atender a un joven que ya había sido sentenciado a inicios de 2022 y que cumplió su condena. Por falta de abogado y de recursos económicos esa persona no había pedido “la suspensión condicional de la pena”. La jueza le asignó de inmediato un abogado de Defensa Pública para que lo asista.

Estaba sentenciado por lesiones graves, pero se benefició con la suspensión condicional de la pena y salió en libertad, tras la más reciente visita carcelaria.

Cuando se le extendió su mandamiento de libertad, el joven derramó lágrimas. “¿Estoy libre señora juez? Preguntó. La autoridad le respondió que sí para luego entregarle el documento con el que acreditó esa condición.

La jueza, durante el acto, reveló que hay muchos internos que a veces por falta de abogados, de recursos económicos y el abandono, no pueden acceder a estos trámites. En su despacho, hay numerosos privados de libertad por delitos penales que ya cumplieron sus condenas, pero que aún guardan reclusión.

Lo acusó y ocultó embarazo

En esa visita de jueces, además, un recluso de 21 años sorprendió con su testimonio frente al Tribunal Tercero de Sentencia, dirigido por el juez Carlos René Roca.

“Sentí mucha pena por este joven cuando nos contó su verdad”; afirmó Roca. El joven, con voz entrecortada, contó el estado de su caso al tribunal y la fiscal Consuelo Severiche que instalaron la audiencia en la cancha del reclusorio femenino de Palmasola.

Llegó a la cárcel, tras ser imputado por la Fiscalía de violación.

El joven es de El Torno, un municipio ubicado a 30 kilómetros al sur de la ciudad; sus padres trabajan en la agricultura y son de escasos recursos económicos. “La que me denunció es del lugar, solo la conozco, es una amiga. No sé cómo me denunció ni por qué”, dijo.

La denunciante, una joven de 18 años de edad, estaba embarazada y tenía su novio, cuando acusó al joven de violación, según se supo el día que tuvo lugar la visita carcelaria en Palmasola.

Al conocer este detalle, los jueces del tribunal quedaron impactados, pues el recluso reveló que la joven solo lo denunció y desapareció. La joven ahora se fue a vivir con su novio y, en realidad, había acusado al joven únicamente para justificar el estado de gestación en el que se encontraba.

“Me denunció para proteger a su enamorado, el verdadero papá de su hijo y yo estoy preso; jamás la toqué, ella abandonó la causa, pues lo que buscaba era justificar su embarazo para distraer a su familia y dejar tranquilo a su novio”, dijo mientras derramaba lágrimas.

El testimonio no solo fue escuchado por los jueces, sino por la representante del Ministerio Público, que es la que impulsó la causa. “Me dio pena el drama del joven” sostuvo el juez Roca.

A pesar de este testimonio, el privado de libertad sigue encarcelado; se siente prácticamente abandonado, sus familiares ya no lo visitan porque viven en el campo y ya no tienen recursos para sostener la carga del proceso. De este modo, abogados de Defensa Pública asumieron el caso para asistir a este joven de 21 años.

Tras la audiencia en Palmasola, el interno clamó para que la Fiscalía analice el caso, actúe siguiendo el principio de objetividad y se llame a la denunciante para que se sepa la vedad y se le haga justicia.

 Evitar el hacinamiento

Las jornadas de descongestionamiento también llegaron al Centro de Readaptación Productiva de Montero (Cerprom). Allí, el fiscal de Santa Cruz, Alberto Zeballos, aseguró que se designó a 50 representantes del Ministerio Público para hacer efectivo el descongestionamiento carcelario.

“El objetivo es garantizar un acceso rápido, eficaz y eficiente a los internos que se encuentran privados de libertad a través de las diferentes resoluciones judiciales que se tienen por parte de operadores de justicia y como Ministerio Público también poder efectivizar el cumplimiento de acuerdos legales que den lugar a las salidas alternativas, como procedimientos abreviados u otras que legalmente procedan a para evitar un hacinamiento carcelario”, dijo Zeballos.

La Dirección Departamental de Régimen Penitenciario, que dirige Mauricio Romero, estableció que Palmasola tiene más de 9.000 internos, 500 son mujeres.

Olvis Égüez explicó a su turno que este año lograron salir del penal unos 3.000 internos, una cifra inédita en el marco del proceso de descongestionamiento que tuvo lugar al término de cuatro jornadas carcelarias que se realizaron desde abril.

“Es un hito histórico para el sistema penitenciario boliviano, porque unos 3.000 privados de libertad de Palmasola, el más grande del país, han sido beneficiados con salidas alternativas durante las jornadas de descongestionamiento. Es un resultado sin precedentes, pues los administradores de justicia llegaron a la cárcel, escucharon a los internos, conocieron sus historias tristes, muchos salieron con libertad. Es dura la realidad, pero estamos en condiciones de señalar que se avanzó, pese a todo”, explicó Égüez.

Durante los cuatro periodos de visitas carcelarias y descongestionamiento se desarrollaron 2.959 audiencias. Algunos internos lograron salidas alternativas, otros se sometieron a procedimientos abreviados aceptando su culpa y accedieron, a través de esa vía, a medidas sustitutivas a la prisión.

 

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