La gastronomía de Santa Cruz, antes de la llegada de los españoles, estaba basada en ingredientes autóctonos como la yuca, el maíz, el camote, la calabaza y los frijoles. Los platillos eran sencillos, pero ricos en sabor, utilizando métodos de cocción tradicionales y utensilios hechos a mano. La llegada de los españoles introdujo nuevos ingredientes y platillos, fusionando así las tradiciones indígenas con las influencias europeas, según diversos historiadores.
Según Sabores cruceños, antes de la influencia española, la cocina cruceña se caracterizaba por la utilización de ingredientes nativos de la región. Entre los productos más comunes se encontraban la yuca, el maíz, el camote, la calabaza y los frijoles. Estos ingredientes eran la base de la alimentación, dando lugar a platillos como el poroto, la mazamorra, el locro, el mote, el charque, y diversos caldos y ahumados.
Actualmente gastronomía de Santa Cruz es rica y diversa, con una fuerte influencia tanto de la cocina prehispánica como el de la española. Entre los platillos más representativos se encuentran el majadito, el locro carretero, el keperi y la sopa tapada.
La autenticidad de los platillos cruceños radica en el uso de utensilios y métodos de cocina ancestrales. Las ollas y cucharas de barro, utilizadas desde tiempos prehispánicos, son esenciales para preservar los sabores originales. Además, métodos de cocción como el horno de barro y la cocción a leña continúan siendo fundamentales en la preparación de platillos tradicionales, otorgándoles un aroma y sabor únicos.