El taxista  José Carlo Orellana Peralta, de 27 años, padeció en agonía casi 24 horas abandonado en medio de matorrales donde sus verdugos lo dejaron creyendo que ya estaba muerto.

La revelación corresponde a la fiscal especializada en delitos contra la vida Rose María Barrientos, cuando fundamentaba su imputación por asesinato del taxista frente al juez cautelar Fernando Mejía, en base a investigaciones desarrolladas en coordinación con la Policía.

Fue en plena audiencia, en el piso ocho del Palacio de Justicia, que se desarrolló desde las 15:00 horas del sábado hasta las dos de la madrugada del domingo, en la que los acusados mayores de edad fueron puestos ante el juez.

En la audiencia estaban los ocho detenidos responsables de crimen y el papá del taxista rompió en llanto tras escuchar la fundamentación de la fiscal, sobre el padecimiento de su hijo sin que nadie lo pueda auxiliar por piedad.

La fiscal expuso frente al juez a los ocho imputados. El papá de la víctima reveló ante el juez que José Carlo Orellana Peralta salió de su casa el sábado 13 de julio, aproximadamente a las 19:30, para trabajar de taxista, como siempre lo hacía. Casi a la medianoche de ese día, José Carlo recibió una llamada telefónica de aplicación Yango, del celular de Abigail Álvarez Murillo para que se dirija a la zona de El Bajío, entre quinto anillo y avenida San Martín de Porres. En ese lugar suben al vehículo Anthony Álvarez Calzadilla junto a otros y piden ser trasladados a la zona del barrio El Trigal, entre el octavo anillo por la Villa Olímpica.

Las declaraciones de todos coinciden. Aseguran que estaban acostumbrados a hacer la jugada denominada ‘Taxi bola’. Significa que, agarraban móviles, se trasladaban y al llegar al lugar requerido 'se hacían bola', es decir: corrían sin pagar la carrera. Sin embargo, esta vez el taxista reclamó porque era injusto y fue ahí que Anthony Álvarez Calzadilla le disparó con un arma de fuego.

Durante una fundamentación de casi tres horas ante el juez Fernando Mejía, la fiscal Barrientos aseguró que, luego de los disparos, el transportista seguía vivo, por lo que fue agarrado a golpes y bajado del auto. Los pasajeros lo arrastraron en medio de matorrales y abandonaron el cuerpo mientras que llamaron a otros amigos para cavar una fosa por la zona. Sin embargo, no lograron cavar la fosa para enterrar el cuerpo del taxista y tuvieron que retirarse porque ya eran más de las 4:00 de la mañana (domingo, 14 de julio) y los vecinos empezaban a circular.

Las investigaciones establecieron que, el objetivo de los sujetos era vender el auto. Circularon por varias partes ofreciéndolo y no logaron la venta. Se enteraron que la Policía ya estaba investigando la desaparición de José Carlo y buscando el vehículo, por lo que decidieron abandonar el motorizado por la zona del octavo anillo, cerca al barrio El Trigal.

El miércoles 17 de julio fue encontrado el cuerpo sin vida del taxista, sobre un campo abierto en medio de matorrales. Tras el hallazgo, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) inició una movilización para dar con los responsables del hecho.

La autopsia practicada por forenses a José Carlo Orellana determinó que, la muerte se debió a impactos de bala en la cabeza y lesiones en otras partes del cuerpo. La data de la muerte señalada por los peritos forenses coincide en que José Carlo Orellana Peralta permaneció agonizando en los matorrales casi 24 horas, lo que significa que respiraba, pero nadie le dio auxilio y al final pereció.

En busca de los autores del asesinato del taxista

Tras una movilización, la Policía logró capturar a Anthony Álvarez Calzadilla, Abigail Álvarez Murillo, Selwyn Alcoba Domínguez, Dixander Guzmán Vedia, Kevin Álvarez Calzadilla, José Milton Guzmán Álvarez, Luis Alfredo Justiniano Camacho y Lucas Sebastián Aguilar Triveño. Además, de otros dos adolescentes.

Anthony Álvarez Calzadilla, autor de los disparos contra el taxista y su pareja Abigail Álvarez Murillo (quien llamó el taxi en la aplicación), fueron atrapados por la Policía en Oruro cuando fugaban hacia Chile.

PEDIMOS PERDÓN YO SOY CRISTIANA

Los dos adolescentes implicados en el asesinato del taxista fueron enviados al hogar Fortaleza y a Cenvicruz, dentro de la justicia penal juvenil por la jueza de la niñez Shirley Becerra.

Los otros ocho fueron enviados a la cárcel de Palmasola por 180 días, por el juez Fernando Mejía, quien dictó la medida ante las fehacientes pruebas de la comisión del delito de asesinato, presentadas por el Ministerio Público.

¿Qué dijeron ante el juez los autores y cómplices del asesinato?

Antes del fallo, todos los imputados hablaron frente al juez. Pidieron perdón y coincidieron en que no era el fin 'matar a nadie', solo querían irse sin pagar la carrera al taxista, 'hacerse bola'.

Abigail Álvarez Murillo, pareja de Anthony Álvarez Calzadilla, que disparó en la cabeza del taxista pidió perdón. Dijo que desconocía lo que hacía su pareja, no sabía de la existencia del taxista, peor de que fue asesinado, según su declaración.

"Yo soy cristiana, mis padres son pastores de la iglesia y lo juro, yo no sabía nada, jamás podría estar implicada en matar a una persona, pero igual pido perdón”, dijo Álvarez.

Las declaraciones de Abigail que desconocer del crimen, fueron desvirtuadas en audiencia cautelar por la fiscal Barrientos, porque se evidenció que ella circuló en el auto de la víctima cuando era ofrecido para la venta.

A LAS SEIS DE LA MAÑANA LOS TRASLADARON A LA CARCEL

La audiencia de los sindicados de asesinar al taxista, fue maratónica desde las 15:00 horas del sábado hasta las 2:00 de la madrugada del domingo (ayer). Incluso el juez dio recesos para que las personas salgan al baño y puedan servirse agua.

Los policías reforzaron la seguridad en el Palacio de Justicia, en el piso ocho, para evitar cualquier incidente, pues los familiares y amistades del taxista asesinado acudieron en vigilia con indignación y dolor por el hecho. 

Al final los policías trasladaron a los ocho imputados a la cárcel de Palmasola y los entregaron a las seis de la mañana del domingo. Mismo procedimiento que realizaron con los menores de edad, quienes fueron enviados a Cenvicruz y Fortaleza.

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