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El agente que investigó el ataque al socio de Marset fue sacado del caso
El investigador fue enviado a la cárcel de Cantumarca. Tuvo a su cargo las primeras pericias de la balacera vinculada con el control de una ruta del narco.
Un grupo de sicarios brasileños llegó a Santa Cruz para eliminar a una mujer paraguaya y a sus hijos de seis y 12 años. Todo esto por una deuda de más de un millón de dólares. Tenían previsto quemar la camioneta que utilizaban para borrar evidencias, pero el hecho no llegó a consumarse ante la acción de la Policía que capturó a los integrantes de la organización criminal.
Fueron seis personas, entre ellas una mujer, que fueron capturadas por agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y de su Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) que trabajó en el seguimiento previo al operativo.
Tras ser detenidos, la fiscal Delmy Guzmán los imputó por tenencia ilícita y tráfico de armas, extorsión, secuestro, privación de libertad, asociación delictuosa y organización criminal. Se trata de Ruan C.B.N, Laime F. P. C., Dean Carlos L.R, Vanilson G. C, Kelyson T. S., Marco A.S. y Gabriela A.G.
Estos ciudadanos comparecieron anbte la jueza Marianela Salazar desde las 09:00 hasta las 19:00 de ayer. La fiscal Guzmán pidió detención en la cárcel por las pruebas aportadas. Al final, la jueza ordenó detención preventiva para todos los varones de la banda. La mujer se sometió a un procedimiento abreviado y aceptó tres años de cárcel y de la misma forma pasó a Palmasola.
Frente a la jueza, la fiscal Guzmán fundamentó que este caso se descubrió el 24 de octubre, cuando agentes del DACI incursionaron en un inmueble por el barrio 2 de Abril y Quinto Anillo del canal Isuto, cerca de Equipetrol.
En el inmueble fueron encontradas todas las personas, incluidos los brasileños que se dedican a ejecutar a personas a cambio de dinero para cobrar deudas, de acuerdo con las evidencias que aportó la Fiscalía en la audiencia de ayer, según conoció EL DEBER.
De acuerdo con la información procesada, la deuda que los presuntos sicarios pretendían cobrar la habría adquirido el papá de los niños y exesposo de la madre.
Los sicarios localizaron a la mujer, le hicieron transferir una lujosa casa por la zona norte a cuenta de la deuda, además de vehículos. La Fiscalía presentó pruebas de que a la madre de los niños, incluso, la llevaron ante una notaría, le hicieron firmar las transferencias y ese acto era filmado por los sujetos para mostrar a la otra parte que ellos iban en serio. Los captores se alojaron en la misma vivienda para movilizarse.
La Felcc y la Fiscalía descubrieron que la organización tenía imágenes, textos que evidenciaban que fueron contratados para el cobro de la deuda y eliminar a la madre y sus dos niños. Para no dejar evidencias también tenían planeado quemar una camioneta que estaban utilizando para todos sus movimientos. La camioneta que usaban era indocumentada.
En uno de los mensajes la Fiscalía y la Felcc verificaron que ellos tenían proyectado cobrar por el “trabajo” $us 20.000. Según las investigaciones, los aprehendidos tienen antecedentes en sicariato, eran traídos del Brasil para ejecutar personas para forzar el cobro de dinero para evitar ajuste de cuentas relacionados al narco.
La Felcc les incautó de su poder pistolas calibre 9 milímetros, así como revólveres y otros objetos.
En plena audiencia, frente a la jueza Salazar, los imputados negaron las acusaciones, pero cayeron en contradicciones. Ellos estaban alojados en la casa de su víctima. Cuando la juez les preguntó, porque justo llegaron y se hospedaron en ese inmueble no supieron responder y las contradicciones se acentuaron respecto a las motivaciones que tenían en el país.
La madre y sus dos niños que se salvaron ahora gozan d protección policial para precautelar su integridad y sus vidas, aunque el caso continuará en investigación.