Donatella Versace era la musa de su hermano Gianni, el diseñador italiano asesinado en 1997. Él la colocó en el foco de la moda y tras su muerte se encargó de mantener y prosperar la firma familiar. Esto le llevó a obsesionarse con la belleza, en especial por no envejecer, y ha recurrido desde joven a la cirugía estética, sin esconderse.

Ahora, la creadora de 69 años ha conmocionado al mundo al aparecer con una imagen renovada, mucho más natural que a lo que nos tenía acostumbrados. El domingo 1 de diciembre, Versace asistió al estreno del musical The Devil Wears Prada en Londres, un evento benéfico de la fundación de su amigo Elton John, creador del espectáculo. 

Con el cabello ligeramente más oscuro, y un corte rejuvenecedor, con flequillo abierto, lo que realmente impactó fueron las imágenes que ella compartió en su cuenta de Instagram en la que se le veía la piel tersa y luminosa, un poco alejada de la realidad, como se pudo ver en las fotografías publicadas por las agencias que cubrieron el acto.

Acusada de excederse con el uso de los filtros para lucir mejor, lo cierto es que en la foto real se le ve mejor cara, después de haberse pasado con las cirugías años atrás. 

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