Desde que la OMS advirtió sobre los daños que pueden ocasionar las carnes rojas y alimentos procesados, se han buscado muchas alternativas para sustituir este ingrediente. Desde opciones veganas y/o vegetarianas hasta carnes de otros animales que, a simple vista, lucen ‘más saludables’. 

Hoy te contaremos sobre una de las mejores opciones: la carne de llama. Este animal perteneciente a la familia de los auquénidos, fue usado inicialmente como medio de carga, gracias a su resistencia. Su carne posee un alto contenido de proteínas y hierro, a la vez que es baja en grasas y colesterol en comparación de otras carnes, como las de pollo o res. 

Esto convierte a la carne de llama en una alternativa beneficiosa para personas que presentan niveles altos de colesterol o grasas (lípidos) en la sangre, anemia, obesidad y problemas relacionados al sobrepeso. Además, el hecho de que sea tan baja en colesterol la vuelven recomendable para pacientes con enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión arterial. Otra ventaja importante es cuando se convierte en charque. Pues si en estado fresco la carne de llama llega a un 25 %de proteína, en charque llega hasta un 77 %.

De esa manera, la carne de llama se abre paso en el mercado boliviano como una de las mejores alternativas en cuanto a carne animal se trata. Algunos restaurantes y hoteles cinco estrellas han adaptado este ingrediente para crear menús exóticos.

Para saber más

  • Aunque la carne de una sola llama puede parecer bastante rendidora, para la elaboración de un kilo de charque se debe procesar cinco kilos de carne sin grasa, nervio ni hueso. Esta carne se seca, se deshidrata y se vende con registro sanitario en los supermercados locales.
  • En Yunchará, Tarija se crían llamas para el consumo humano desde hace menos de 10 años, Actualmente este criadero produce unas 17.000 llamas por año, de las cuales se puede aprovechar su carne y lana. Cifra que continúa en aumento después de la pandemia.


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