Estiman que en 2021 volverán las actividades de la industria sin chimeneas nacional. Critican que algunas poblaciones reciban abiertamente a los visitantes

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29 de julio de 2020, 11:47 AM
29 de julio de 2020, 11:47 AM

Hasta antes de que llegue la pandemia del coronavirus, el turismo era una de las cinco actividades económicas más importantes del mundo, que movía miles de millones de dólares. En países como Francia, Italia, España, México, República Dominicana, Costa Rica y Perú, entre otros, era uno de los principales generadores de ingresos de divisas. Ello cambió drásticamente, ahora la industria sin chimeneas casi no existe debido a la cuarentena y a que la gente tiene miedo de viajar y contagiarse.

Bolivia no es la excepción. La situación es peor, pues la frágil estructura turística ha tambaleado por el embate del Covid-19. Se puso en evidencia que se tiene un mal servicio de salud, lo que es negativo para esta actividad, pues todos los visitantes siempre piden tener asistencia médica y hospitalaria, lo que es lógico, pues cuando se viaja se lo debe hacer protegido, manifestó David Álvarez, director de la operadora receptiva Misional Tours.

Explica que las actividades turísticas en Bolivia bajaron casi a cero. Al igual que en las mayoría de los países del mundo, realizar viajes de recreación está prohibido, pues no se puede poner en riesgo la salud y la vida de las personas, que es lo más importante, comentó.

Por su parte, Nelson Pacheco, comunicador social y experto en turismo receptivo considera que 2020 es un año perdido para esta actividad en Bolivia. Afirma que el turismo podría reactivarse el próximo año, si es que la situación de salud mejora.

"Realizar viajes de recreación ahora es un acto de irresponsabilidad. Actualmente lo más importante es preservar la salud y la vida, lo demás es secundario, como los paseos y la diversión", manifestó.

Sugiere que en los meses que faltan de 2020 los operadores y autoridades turísticas nacionales se dediquen a planificar las actividades para 2021, tomando siempre en cuenta la nueva normalidad, que incluye el respeto de las normas de bioseguridad, que estarán presentes en la vida durante mucho tiempo, opinó Pacheco.

Señala que siempre se debe hacer turismo responsable, incluso cuando no hayan pandemias o alertas sanitarias. Ello significa que las empresas operadoras deben cuidar a sus viajeros, darles la seguridad  y brindarles asistencia médica en todo momento.

El viajero debe ser responsable al elegir un lugar que en ningún momento lo ponga en riesgo y cuidar el lugar que visita, no contaminándolo ni destruyéndolo. 

El dedo en la llaga

Pacheco lamenta que algunas poblaciones del departamento de Santa Cruz, concretamente Samaipata, hayan abierto nuevamente sus puertas al turismo sin protección, cuando se está en la cima de la ola de los contagios de coronavirus.

"Sé que los fines se semana está yendo gente a pasear a Samaipata. Que muchas cabañas las han acondicionado para recibir visitantes, lo mismo que restaurantes. Ese es un acto de irresponsabilidad, pues están exponiendo a ese pueblo al contagio. Nadie sabe si los visitantes están infectados y si dejan el virus allá, un lugar que no está preparado sanitariamente para resistirlo", criticó Pacheco.



Señala que la grave situación económica obliga volver al trabajo y que por esa razón algunos sitios abren sus puertas a los turistas.

Cita como ejemplo a España e Italia, donde luego de permitir los viajes de paseo hubo rebrotes de Covid-19 y un  aumento masivo de infectados, por lo que  han vuelto a la cuarentena y confinamiento.

Operadores de turismo cruceños

Los integrantes de la Cámara de Operadores de Turismo, Conatur, Santa Cruz, presididos por Vivian Lackovic, se reunieron  para tratar la situación de la industria sin chimeneas, golpeada por el coronavirus.

Acordaron en que 2020 es un año perdido, que antes de la llegada del virus hubo poca actividad y cuando se declaró la cuarentena prácticamente se paralizó el turismo para precautelar la salud y la vida de las personas que trabajan en el rubro y de los turistas.

Creen que las actividades podrían retornar a partir de febrero de 2021, si es que bajan los contagios y se permite realizar viajes interprovinciales y departamentales. De no ser así se tendría que esperar al segundo semestre del próximo año.

Formaron un 'pool' de operadores o grupo de empresas que trabajan en turismo receptivo, que tienen una visión más optimista de la actual situación, que creen que esta calamidad pasará y que hay que estar listos para ingresar a la nueva normalidad.

Lackovic dijo que empezarán a trabajar en nuevas ofertas de viajes por Santa Cruz, con propuestas unificadas, es decir que todas las empresas ofrecerán el mismo servicio y se ayudarán unas a otras, en un marco de sana competencia.

Reconocen que los tiempos han cambiado. Ahora todos los viajes se tienen que realizar siguiendo las normas de bioseguridad. Los grupos no podrán ser de más de 10 personas y se incentivará los paseos de solo parejas.

Se ofrecerá visitar sitios que están casi aislados, con poca población, donde el principal atractivo es la naturaleza. En todos esos lugares se deberá respetar el distanciamiento social, se utilizará barbijos y alcohol en gel, se les tomará la temperatura al menos dos veces al día y pedirán que donde se pueda se laven las manos con agua y jabón.



Una de las actividades sugeridas será visitar los parques nacionales, avistar aves y caminar por senderos, alejados de los pueblos y de la gente. Tener contacto con la naturaleza es uno de los paseos más bonitos que se puede realizar en Santa Cruz, expresaron los representantes de Conatur.