El organismo aeronáutico no está de acuerdo con la medida porque las compañías se pueden ir a la quiebra, además que las evidencias han demostrado que el peligro de transmisión del coronavirus en un avión es bajo

5 de mayo de 2020, 15:28 PM
5 de mayo de 2020, 15:28 PM

La IATA indicó este martes que el riesgo de contraer Covid-19 en un avión es bajo y que no habrá necesidad de dejar la mitad de los asientos vacíos una vez que la actividad de las aerolíneas se reanude.

El organismo, Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) apoya el uso de mascarillas, tanto por parte de los pasajeros como de la tripulación, no obstante, señaló que no está de acuerdo con las medidas de distanciamiento físico que imponen, por ejemplo, dejar el asiento central vacío en una hilera de tres. 

Dejar estos asientos vacíos provocaría "dramáticos aumentos de los costos", destacó la IATA en un comunicado, advirtiendo que las compañías aéreas podrían quebrar de mantenerse esta medida, pues no lograrían resarcirse de los problemas financieros provocados por la pandemia. En consecuencia, los precios de los pasajes aumentarían entre el 43 y 54%, solo para cubrir costos.

De acuerdo con IATA, hasta ahora las evidencias han demostrado que el peligro de transmisión del coronavirus en un avión es bajo.

Una de las razones es que los pasajeros se ubican mirando hacia adelante, con una mínima interacción cara a cara con el pasajero contiguo, en tanto los asientos constituyen una barrera 'per se' respecto a quienes viajan adelante. 

Además, el flujo de aire que circula desde el techo hacia abajo reduce el riesgo de contagio, y "no favorece la condensación de gotas (de agua)", como en los ambientes interiores normales. 

Al mismo tiempo, los filtros High Efficiency Particulate Air (HEPA) limpian constantemente el aire de las cabinas de los aviones modernos, dejándolo al mismo nivel que el de un quirófano de hospital, según IATA. 

Además de portar mascarillas a bordo, las medidas circunstanciales para reducir el riesgo de contagio incluyen controlar la temperatura de los pasajeros, de los trabajadores del aeropuerto y tripulaciones, así como limitar los movimientos dentro de la cabina durante el vuelo. 

Los certificados de inmunidad y pruebas del coronavirus también podrían incluirse en un protocolo con el tiempo.