Cree que se debe fomentar nueva exploración, mirar la estrategia de comercialización en el mercado de gas en Brasil y la consolidación de los biocombustibles deben estar en la mira del sector hidrocarburo este año

8 de enero de 2023, 10:00 AM
8 de enero de 2023, 10:00 AM


 _ ¿Qué opina de la actual política hidrocarburífera en Bolivia?
El sector hidrocarburos, y de gas natural en particular, fue el motor de la economía del país por más de una década, empezando el 2006. No hemos sido capaces de reponer reservas ni capacidad de producción, que viene en declinación. De una capacidad de producción de gas de 61 Millones de Metros Cúbicos Día (MMm3/d) de 2014 a 2015, este 2023 terminaremos con 36 a 37 MMm3/d. Por el lado de los líquidos, de producir en 2014 cerca de 63.0000 Barriles por día (Bpd), a finales de 2023 se tendrá capacidad para producir aproximadamente 34.000 Bpd.

_¿Por qué cree que no se hacen los cambios normativos para atraer inversión extranjera?
La razón es meramente política. Nadie, ni alcaldes, ni asambleístas de oposición ni del oficialismo, ni gobernadores, ni rectores de universidades, ni Gobierno, ni instituciones, ni YPFB, ni gremios empresariales se atreven a plantear seriamente y con fuerza la necesidad imperiosa de una nueva Ley de Hidrocarburos y una de upstream para fomentar una masiva exploración. Hemos escuchado al ministro de Hidrocarburos y al presidente de YPFB hacerlo, pero parecen no haber tenido eco en instancias políticas e institucionales.

 _¿Qué iniciativas se deben aplicar con urgencia para sacar al sector petrolero de la crisis que vive y castiga las arcas del Estado?
Sería interesante buscar, para una masiva exploración, diferir en algo los impuestos, principalmente el IDH y el IUE, y ver si eso logra atraer inversión masiva. Esto es común y se denomina ‘tax holiday’ en inglés y es muy efectiva en otros países.
El mercado de gas natural de Brasil aún puede traccionar inversión por el potencial que se tiene, los precios futuros que se avizoran para el GNL y otras sustituciones. Además de tener el cordón umbilical (gasoducto) construido que permite evacuar el producto competitivamente, sin ninguna nueva inversión y con tarifas que se pueden ajustar por la depreciación.

No olvidemos que hay un freno global al financiamiento (aspectos ambientales) en exploración y explotación y que se debe competir por inversiones cada vez más reducidas. No quisiera ver a Bolivia importando todas sus necesidades y demanda de diésel, gasolina, GLP, jet fuel y gas natural por los próximos 30 años. El golpe a los dólares y la economía van a ser muy duros. 

_En 2022, el Gobierno destinó más de $us 3.657 millones en importación de combustibles -140% más que en 2021, ¿qué acciones deben aplicarse para reducir el desembolso en este ítem?
El sector hidrocarburos tiene tendencias de largo plazo, lo que aconteció el 2022 se veía venir, pero no en esa magnitud. La invasión de Rusia a Ucrania causó disrupciones radicales en los esquemas de abastecimiento de los mercados energéticos y; por ende, los precios. Los valores del petróleo que importamos en 2022 se elevaron.

Sumado a eso se ha elevado notablemente el margen de refinación de diésel en el mercado mundial. Esto ha hecho que la brecha del déficit comercial energético se incremente con los resultados observados en 2022. Habría que sumar el contraband que en 2022 aumentó la demanda. 

_ ¿Considera que hay buenas perspectivas con los proyectos de exploración que presentó YPFB en septiembre de 2022?
Toda exploración es bienvenida y es útil aún no sea exitosa. Voy a cruzar los dedos para que primero Itacaray y después Astillero, que son dos prospectos interesantes, puedan ser comercialmente positivos en estos dos próximos años y apoyen a disminuir la declinación de gas y condensado. Siempre con el ánimo de ser positivos, ojalá se consoliden las pequeñas inversiones de Vintage y Canacol para los prospectos menores destinados a la exportación que persiguen. 

_ Vaca Muerta, en Argentina, se consolida como un gran proveedor y exportador de petróleo y gas natural, ¿qué se viene para Bolivia a partir de este anuncio?
Vaca Muerta es un gigante aún medio adormilado para producir gas y líquidos. El mercado de Argentina para gas natural ya es historia para Bolivia por dos razones. Primero, por la caída de la producción en Bolivia donde las exportaciones se reducen año a año. Segundo, por el ya consolidado desarrollo de gas en Vaca Muerta y los gasoductos que se están construyendo y que se construirán este 2023 y 2024 para llegar hasta el norte de ese país.

Los gasoductos en Bolivia a partir del 2025 tendrán capacidad ociosa de aproximadamente 10 MMm3/d hacia el mercado de Brasil. Por lo tanto, gas de Vaca Muerta (descubierto y con pozos piloto) pueden fluir por ductos bolivianos al mercado de Cuiabá y hacia el gran mercado de São Paulo. Es una oportunidad para realizar integración energética, utilizar producción y ductos regionales existentes y evitar costoso GNL.

Fomentar nueva exploración, mirar la estrategia de comercialización en el mercado de gas en Brasil y consolidación de los biocombustibles debería estar en la mira en el sector de hidrocarburos este 2023.