En 2014, en pleno auge del precio del petróleo, la IED en el sector llegó a $us 1.351 millones. Esta cifra cayó a $us 242 millones en 2019, un 0,6% del PIB

14 de septiembre de 2020, 11:47 AM
14 de septiembre de 2020, 11:47 AM

El sector de hidrocarburos es uno de los principales generadores de ingresos a las arcas del estado. Sin embargo, en los últimos años la producción se fue diezmando. Según el último informe de la fundación Milenio, una las principales razones del deterioro en la producción de hidrocarburos en el país es la baja inversión extranjera en este sector.

Desde 2014 hasta el 2019, las inversiones del sector cayeron un 82,09 %.

Para el año 2014 la inversión extranjera directa destinada al sector de hidrocarburos alcanzó $us 1.351 millones. Esta gestión fue marcada por un nivel altísimo en el precio de las materias primas: como el petróleo estaba  arriba de los $us 100 el barril.

Esto repercutió favorablemente en el precio del gas natural, lo que motivó a las operadoras a seguir invirtiendo, pese que las normas no eran de todo al sector.

Pero con la caída paulatina de precios la inversión también se fue a pique, según el informe de Milenio, después de 2014 las inversiones en el sector se estancaron alrededor de $us 300 millones. Ya en 2019, el último año de la gestión de Evo Morales, los recursos de capitales externos que llegaron al país fueron de $us 242 millones.

En términos relativos representó el 0,6 % del PIB. La atracción de inversiones es una de las áreas más atrasadas en el país, con normativa e instituciones que incentivan muy poco a la inversión privada y, principalmente, extranjera”, señala parte del documento elaborado por Milenio

El informe hace hincapié en que, dado los cambios en la industria en los últimos años por el desalentador panorama económico internacional, la atracción de inversión extranjera será más difícil.

En ese sentido, Milenio dijo que el país necesita cambios urgentes para atraer mayores niveles de inversión sobretodo en exploración.

Una de las dificultades observadas en el informe hecho por Milenio está en la propia Constitución Política del Estado (CPE), que, según la Fundación, tiene una orientación muy poco favorable al capital privado.

Por ejemplo, según Milenio el artículo 316 establece que el Estado debe “Ejercer la dirección y el control de los sectores estratégicos de la economía”.

Otro artículo cuestionado de la carta magna es el 351: que indica que “el Estado, asumirá el control y la dirección sobre la exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de los recursos naturales estratégicos a través de entidades públicas, cooperativas o comunitarias”.

Por otro lado, el artículo 359 define al Estado como el único propietario de toda la producción y con la facultad de su comercialización. En esa línea, el artículo 362 apunta que la Asamblea Legislativa deberá aprobar contratos de exploración y explotación.

Además, otro artículo como el 363 establece que YPFB debe tener una participación de al menos 51 % en cualquier asociación o sociedad mixta.

Por último, el artículo 366 deja claro que toda empresa extranjera se somete únicamente a la legislación boliviana sin posibilidad alguna de recurrir siquiera a arbitraje internacional.

El especialista en hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, que analizó el informe de Milenio, señaló que los datos reflejan que Bolivia debe adaptarse a las nuevas condiciones que existen en el mercado.

En su análisis, el experto sostiene que el sector de hidrocarburos “ya venía mal y la pandemia hizo desvelar todo”.  Para él, el problema no obedece solo a la mala suerte, sino a un mal desempeño para descubrir las reservas.

“El sector tuvo un mal desempeño. No hay la capacidad de que se recupere, porque no hay capacidad de incrementar volúmenes de producción, porque a nivel interno el consumo sube por el precio subsidiado”, señaló.

En este contexto, sostuvo que el sector de hidrocarburos necesita medidas no populares, como “bajar impuestos, quitar subsidios, renegociar el tema del medioambiente. Y sobre todo abrirse al fracking, pero esas medidas no van en línea de lo que quiere la gente”, dijo.