Cadecocruz advierte que muchas obras públicas están en riesgo de ser paralizadas y los ingenieros civiles mencionan que ya existe ralentización en la construcción de edificios privados

21 de febrero de 2024, 10:45 AM
21 de febrero de 2024, 10:45 AM

La escasez de dólares en Bolivia afecta a todos los sectores de la economía, pero especialmente al sector de la construcción, que ayer (martes) realizó un análisis sobre la situación y advirtió con paralizar obras públicas y privadas, así como la pérdida de competitividad a las empresas constructoras bolivianas.

El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Santa Cruz, Alberto Rendón, afirmó que aparte de afectar seriamente a las propuestas en las licitaciones públicas, las empresas bolivianas no pueden competir con las empresas extranjeras que llegan con recursos frescos en moneda extranjera y tienen todas las ventajas para adjudicarse las obras.

“La competitividad de las empresas nacionales se ve afectada, evidentemente. Si alguien que venga con capital externo tendrá ventajas significativas sobre los constructores locales para afrontar esta diferenciación, puesto que ya viene con divisa extranjera. Para el constructor local cada vez le va a resultar más costoso obtener el dólar que hoy está escaso”, advirtió Rendón, en el marco de la Mesa Técnica organizada por la Sociedad de Ingenieros (SIB) de Santa Cruz.

El dirigente de los ingenieros civiles afirmó que algunas empresas ya presentan problemas de liquidez en sus pagos en licitaciones públicas, así como paralizaciones y ralentización en obras privadas como edificios, principalmente, por la dificultad de adquisición de dólares para importar ciertos materiales. “Otro aspecto fundamental es el acceso a los créditos. A los bancos cada vez les está costando más otorgar créditos para construcción justamente por la inestabilidad de la divisa. Si el constructor tiene que importar materiales y el crédito del banco va salir en bolivianos el resultado final es que la obra se encarece”, aseveró Rendón.

Por su parte, el gerente de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), Javier Arze, detalló que, para la construcción de una casa se necesitan entre 300 y 400 ítems y para un edificio moderno, hasta 7.000 ítems, de los cuales el 80% es importado. Además, ese material importado ya subió hasta un 25% de sus costos en el mercado local.

“En el caso de la obra privada, el problema lo paga el cliente final, el que compra el departamento o la casa. En la obra pública es diferente, usted firma un contrato y es por un precio fijo y no existe la posibilidad de poder reajustar los precios. Entonces va a haber o muchas obras paralizadas o va a haber rescisión de contratos mientras no haya una reacción del gobierno y podamos sentarnos en una mesa y que reconozcan ese aumento de precios, que no se le puede atribuir en este caso al constructor”, aseveró.

Al finalizar el encuentro, los participantes anunciaron que las conclusiones se elevarán al Gobierno central y sus distintas instancias, para sentarse en una reunión y llegar a acuerdos que permitan la continuidad de la ejecución de las obras públicas.