Creen que subida de tasas es un reflejo de que la banca está haciendo cada vez más esfuerzos para atraer liquidez. BCB destaca fortaleza y solidez del sistema financiero

31 de julio de 2022, 4:00 AM
31 de julio de 2022, 4:00 AM


Una serie de factores ha confluido en el sistema financiero y ha provocado una ‘guerra’ de precios en el negocio de depósitos a plazo. Según las cifras disponibles, por el momento, el triunfo es para las microfinancieras y cooperativas, seguida de los bancos múltiples.

Acorde con las tasas de interés pasiva del sistema financiero -depósitos a plazo fijo (DPF)- del Banco Central de Bolivia (BCB), en moneda nacional, las entidades de intermediación que operan en el mercado de capitales registraron una variación creciente. De manera general, en junio, la tasa de interés en las entidades registró un 4,39%; en los bancos múltiples, un 3,59%; en las cooperativas un 4,13%; en entidades especializadas en microcrédito, un 4,97%, mientras que, en las entidades financieras de vivienda, un 2%. 

Para el presidente del Colegio de Economistas de Bolivia, Jorge Akamine, las tasas de interés a plazo fijo suben debido a la falta de liquidez en el sistema financiero. De este modo -dijo- se incentiva el ahorro a través de los DPF; por otro lado, la banca se nutre de recursos para ponerlos a disposición del público a través de los créditos.
Describió que al 31 de mayo de la presente gestión los activos líquidos del sistema financiero ascienden a Bs 59.450 millones, mientras que, en mayo de 2021, los activos líquidos ascendían a Bs 58.521 millones, mostrando una variación a 12 meses del 1,59%.

Akamine infirió que la expansión del activo se financió con el crecimiento de depósitos a plazo fijo y en cajas de ahorro, así como por obligaciones con el BCB en el marco de los préstamos concedidos con garantía del Fondo CPVIS II. “La banca está buscando liquidez a través del alza de las tasas de interés de los DPF”, puntualizó. 

Atención a calidad de la cartera

A deducir por el economista financiero Róger López, los DFP son fondos más estables que compran principalmente los inversores institucionales, por ejemplo, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). En este sentido, a juzgar por él, permiten a los bancos obtener fondos más predecibles y de menor riesgo, pero más caros. “Si el Gobierno ha ingresado a captar fondos para financiar el déficit fiscal, entonces los bancos tendrán que competir por el pool de fondos disponibles”, anotó.

Insinuó que los niveles de liquidez de la banca son los menores que ha tenido en años. A junio de 2022, las disponibilidades y las inversiones temporarias, lo que usualmente se llama liquidez en la banca, eran un 20,6% en relación al tamaño del activo, porcentaje que los bancos han mantenido desde 2021. Sin embargo, la tendencia es a la baja. “Esto puede deberse a que el crecimiento de las captaciones no está siendo tan acelerado como el crecimiento de las colocaciones”, infirió López. 

Con datos a junio, medido con igual mes de 2021, indicó que la cartera creció un 7,7% y los depósitos un 7,5%, lo que refleja un crecimiento sostenido. “Aun cuando las previsiones son superiores a la mora (1,89%), se debe estar atento a la calidad de la cartera, pues todavía no está claro si la pandemia ha afectado la moral de pago de los deudores”, puntualizó.

Por el lado del pasivo, a decir de López, se debe estar atento a la volatilidad de las cuentas a la vista, pues malas señales respecto a la economía o al tipo de cambio pueden generar salidas de efectivo que se deberán compensar con tasas de interés más elevadas, lo cual se transmitirá, en parte, a la cartera con tasa variable (TRE).

Relativa estabilidad y solidez

En realidad, en criterio del economista Wálter Morales, aún no se observa una marcada tendencia de incremento en las tasas de interés pasivas localmente, pese a que la situación internacional y perspectivas del costo del dinero será efectivamente más oneroso en adelante. “Hoy (miércoles), la Reserva Federal norteamericana incrementó su tasa de referencia en 75 puntos básicos, de lo más alto visto en décadas, al igual que la inflación y vemos un gran desempeño del dólar, elementos de riesgo para la economía nacional en lo que se puede venir”, aludió.

Considera que la banca tiene varios desafíos, pero su situación actual es de relativa estabilidad y solidez. “Viendo su evolución en los últimos meses podemos ver cierto deterioro en la liquidez, pero nada que pudiera verse como grave”, enfatizó, al considerar que, en cuanto a los depósitos, el país sigue necesitando recursos externos, incluyendo el sistema financiero, y a costo razonable, lo cual parece que no va a mejorar. 

En cuanto a los créditos, dijo que se observa crecimiento, pero concentrado en pocos bancos, es por ello, que tampoco requieren demasiado fondeo y tienen cierto confort, aunque esto es efecto de una tensa calma por la situación y perspectivas, local e internacional.

Menos liquidez en el sistema

Desde la perspectiva del economista Antonio Saravia, las tasas de interés pasivas (las que se paga al ahorrista por sus depósitos) han venido subiendo lentamente desde 2018, aunque ese incremento se ha acelerado en el primer semestre de este año. Según él, la subida de tasas es un reflejo de que la banca está haciendo cada vez más esfuerzos para atraer liquidez. “La banca necesita liquidez para hacer préstamos, pero tiene que pagar más para conseguirla”, manifestó.

Saravia infiere que cuesta más atraer liquidez porque parte de los ahorros (depósitos) que llegaban a los bancos, ahora están siendo capturados por el Gobierno. “Las AFP, por ejemplo, que antes invertían mucho en DPF, ahora compran más bonos del Tesoro (pagan altas tasas) y son cada vez más atractivos porque el Gobierno tiene una imperiosa necesidad de colocar su deuda. 

“Llevamos nueve años de déficits fiscales y al Gobierno le quedan cada vez menos opciones para colocar su deuda fuera del país. Entonces, debe colocar internamente esa deuda subiendo las tasas que pagan los bonos del Tesoro”, expresó.

A deducir por Saravia, los bancos tienen que competir con el Gobierno subiendo sus tasas pasivas, lo cual también incrementa las activas. El resultado, acotó, es que hay menos liquidez en el sistema, las tasas suben y, por lo tanto, eventualmente, los créditos y la inversión privada disminuirán. “Por ahora depósitos y créditos se mantienen estables, pero de continuar la tendencia ascendente de las tasas, los créditos empezarán a caer y con ellos la inversión”, apuntó. 

Sistema financiero sólido

En mayo de la presente gestión, en su informe trimestral, la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) resaltó la solvencia y fortaleza de la banca, remarcando, además, que Bolivia mantiene niveles históricamente altos de profundización financiera, así como de acceso de la población a cuentas y caja de ahorros.

“En Bolivia, las cuentas de depósito crecieron un 8,3%, que equivale a más de 970.000 nuevas cuentas en el último año. Durante los últimos 12 meses, se registró un incremento de aproximadamente 95.000 nuevos prestatarios, el mayor registrado en los últimos años”, detalló Asoban en su reporte. 

En el informe se desglosó que, al primer trimestre de este año, el patrimonio del sistema bancario se situó en $us 2.689 millones, un crecimiento interanual del 7,1%, equivalente a $us 179 millones, resultado que refleja la continua reinversión de utilidades que, a su vez, se constituye en el elemento principal para sostener el crecimiento de la cartera de créditos. 

El pasado mes, en una entrevista en la estatal BTV, el director general ejecutivo de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), Reynaldo Yujra, refirió que el sistema financiero es sólido y se refleja en el crecimiento de los depósitos, cuyo saldo era de Bs 211.087 millones y, en el caso de la cartera de créditos, Bs 205.169 millones. “Hoy tenemos un sistema financiero bastante sólido”, puntualizó la autoridad.