El decreto en cuestión fue aprobado por Añez el pasado 7 de mayo, con el objetivo de establecer mecanismos abreviados para la evaluación de maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya transgénicas para el consumo y comercialización.

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15 de diciembre de 2020, 14:43 PM
15 de diciembre de 2020, 14:43 PM

El Gobierno, a través de la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, confirmó que el decreto de semillas transgénicas emitido durante el gobierno transitorio de Jeanine Áñez será abrogado para dar paso a una nueva normativa que se está evaluando.

“No se puede hacer una liberación del uso de semillas transgénicas, menos aún en alimentos de los cuales nuestras semillas son fuentes de origen y diversidad como es la semilla del maíz”, afirmó en entrevista con el programa La Mañana en Directo de Erbol.

El decreto en cuestión fue aprobado por Añez el pasado 7 de mayo, con el objetivo de establecer mecanismos abreviados para la evaluación de maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya transgénicas para el consumo y la comercialización.

La ministra Prada explicó que este decreto forma parte de varias normativas que en este momento se están revisando para proceder a su abrogación.

La autoridad ministerial aclaró, empero, que a la par de la abrogación se reemplazará dichas normativas con otras que contengan propuestas para reencauzar el desarrollo productivo y económico con justicia social.

“El presidente ordenó hacer una revisión de todas las normativas que se emitieron durante el gobierno de facto y en este momento estamos en ese proceso para plantear la abrogación de varias de esas medidas que van en contra ruta de nuestras políticas”, indicó.

Así también recordó, que en este caso específico del decreto sobre transgénicos, el presidente Arce había sido muy claro durante la campaña, con respecto a la forma en que “atentaba no sólo contra la salud pública sino contra la seguridad con soberanía alimentaria que son dos principios básicos en nuestra política de desarrollo productivo”.

La Constitución Política del Estado, prohíbe la importación y producción de alimentos genéticamente modificados en su artículo 255. Sin embargo, Bolivia es deficitaria en la producción de trigo, por lo que importa harina desde Argentina elaborada con semilla transgénica.