Una encuesta realizada evidencia una caída en la confianza de los comerciantes minoristas frente a la situación económica del país. Ellos observan que la gente tiene poco dinero y están priorizando sus gastos

5 de septiembre de 2023, 11:31 AM
5 de septiembre de 2023, 11:31 AM

#PorLaSendaDelCrecimiento, este es el hashtag que usan las diferentes cuentas de redes sociales de los distintos ministerios del Gobierno del presidente Luis Arce Catacora. La frase que recorre internet con el signo del numeral trata de posicionar la tesis oficialista de que la economía se recupera, y se mantiene sólida después de la crisis que se vivió en el país tras la pandemia del coronavirus. No obstante, una encuesta pone en duda este planteamiento, advierte que la crisis económica y la desconfianza crece y se siente en tiendas de esquinas y pequeños comercios minoristas que viven del día a día.

Lo expresado es reflejado en el Indicador de Confianza del Punto de Venta Minorista (IC-PDV) desarrollado por Zoomin Group, una compañía regional de investigación de mercado.

Esta herramienta desarrollada se usa para determinar el nivel de optimismo o pesimismo que tienen los propietarios de estos comercios, en la estabilidad de sus negocios y en la economía con vista en sus resultados de ventas. Y también recoge sus expectativas a futuro (12 meses). 

Este indicador, que está basado en métodos elaborados por la Universidad de Michigan para evaluar a los Consumidores (ICC) marca un punto de referencia o punto neutral en 100 y que se expresa en valores de 0 a 200 donde los resultados arriba de 100 establecen el espacio de confianza u optimismo y los que están debajo refieren al espacio de desconfianza o pesimismo.

En Bolivia se usa desde el 2021. Los números al primer semestre 2023 refiere que la confianza se situó en 113 puntos. Esto refleja una caída importante, luego de que los niveles se empezaran a recuperar y alcanzaron los 138 puntos en 2022.

Esto demuestra una caída en la confianza sobre el futuro de la economía de parte de los dueños de estos negocios.

Para obtener este indicador se hicieron preguntas a los comerciantes minoristas (tiendas de barrio y mercados) sobre una muestra madre de 3.000 negocios distribuidos entre las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz para entender cómo ven los resultados de sus ventas actuales y cuál es su expectativa para los próximos 12 meses. 

Con respecto al trimestre anterior este indicador muestra una caída de 8 puntos en sus resultados en las ciudades del eje Central y viene manteniendo esta tendencia desde el 2022, acumulando un total de menos 25 puntos.

Juan Carlos Jara, gerente general Zoomin Group Bolivia detalla que la muestra recoge el testimonio de las tiendas donde las personas acuden día a día para surtirse de cosas básicas, como aceites, jugos, galletas o una gaseosa.

Este tipo de negocios son los que nosotros medimos porque capitalizan mejor el volumen de venta para el hogar”, explicó.

Este estudio observa los incrementos de precios en los diferentes productos de consumo del hogar que, según indican los comerciantes, se han venido presentando de manera continua desde el segundo semestre del año pasado y que afectan la billetera de sus clientes.

Estos incrementos no se dan dentro de una sola categoría sino en una diversidad de ellas que incluyen alimentos, bebidas, productos de cuidado personal y cuidado del hogar.

Al momento del estudio los comerciantes indicaron que a sus clientes no les alcanza el dinero para hacer sus compras y en consecuencia ellos están viendo afectadas sus ventas. 

Por eso, están buscando opciones más económicas y apoyan en las promociones que puedan encontrar entre sus proveedores para remontar sus resultados.

“Las respuestas que nos dan los comerciantes cuando nosotros, le preguntamos ¿Cómo es que están sus ventas? Nos dicen, estamos mal, no hay venta, la gente no tiene plata, los precios han subido mucho y eso es lo que ha sucedido por más que se diga que no hay inflación”, dijo Jara.

Según el Ministerio de Economía y Finanzas, hasta junio de este año y pese un contexto internacional adverso, hay estabilidad de precios en el país, porque se mantiene la inflación más baja a nivel de Sudamérica con 0,8%.

Tenemos una inflación de 0,79%, no es ni el 1%. Esta cifra ubica a Bolivia con la menor inflación en la región en América del Sur; Ecuador tiene 0,9% y otros países tienen inflaciones altas”, manifestó Marcelo Montenegro en una conferencia de prensa.

Para la autoridad el control de la inflación permite sostener invariable el poder adquisitivo en el país andino a partir del consumo de los hogares de los alimentos, transporte, alquiler, entre otros.

 A nivel mundial, los datos de la cartera de Estado muestran que Bolivia, con un 2,7% de inflación anual, a junio de 2023, solo es superada por seis naciones que reportaron indicadores por debajo del 2%.

Pero Lara sostiene que los precios están subiendo, “por más que se diga que no hay inflación acá hay que tener en cuenta que de pronto la inflación se está midiendo en función de cierta canasta básica armada para estos finos”.

“Pero hay otros productos dentro de la categoría, por ejemplo si yo me voy a poner a hablar de una galleta. Este producto ha subido de precio, si yo me voy a hablar de chocolate o el café o la leche evaporada, la leche evaporada ha subido de precio”, dijo.


En este contexto, Jara explica que al haber subido los precios, las personas que acuden a estos negocios ya no pueden llevar todo lo que antes llevaba, “mi bolsa de compra ya no puede ser la misma porque me falta dinero”.
Pero el economista, German Molina, sostiene que la inflación se mantiene baja gracias a los subsidios que realiza el Estado al combustible y algunos alimentos.

Técnicamente es una inflación deprimida porque tenemos precios con controles regulados. Tenemos subvención. No es normal. Se está manteniendo baja artificialmente. Para que la gente siga teniendo confianza en nuestra moneda”, explicó.

A esto se suma la cotización paralela del dólar que, según el analista, afecta la importación de los pequeños comerciantes.

“Esto ya está cambiando las expectativas de la gente. Entonces, hay un problema serio en la economía”, señaló el economista.

 Agrega que “los bolivianos se dan cuenta, no necesitan ver las cifras. ¿Por qué motivo? Van al banco, no consiguen dólares. Quieren tomar crédito, no les atiende el crédito. Entonces, todos esos son síntomas de que la crisis se está agudizando en el país”.

 Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Bolivia señala que cuando confianza del consumidor se cae cuando ve inestabilidad se ven problemas.

“¿Qué es lo que hace la gente? Se ajusta en sus gastos, entonces empieza a ahorrar. Se está contrayendo la economía”, dijo.

Jara agrega que en la medida que la curva de este estudio (ver infografía) va descendiendo se va acercando peligrosamente a la zona de pesimismo. 

“La curva va cayendo porque los resultados no están acompañando los objetivos sobre sus ventas que están cayendo, entonces obviamente no me sienten contento”, señaló.