Fue la primera visita de López Calva a Bolivia como director regional del PNUD, en un contexto de crisis que impactan el espacio fiscal y gobernabilidad. Sugiere un modelo con base en la acción ambiental

21 de agosto de 2022, 4:00 AM
21 de agosto de 2022, 4:00 AM


El Subsecretario General de las Naciones Unidas y Director Regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Luis Felipe López Calva, cumplió una intensa agenda de trabajo con autoridades de gobierno, academia, representantes del sector privado, y organizaciones de sociedad civil en Bolivia. En Santa Cruz, EL DEBER conversó con López Calva, luego de su reunión con Cainco.


_ En América Latina estaba aumentando la clase media ¿cómo afectó la pandemia? ¿hubo un retroceso?
Desde el PNUD consideramos que hay países de renta media, pero no hemos consolidado sociedades de clase media; es decir, hogares con seguridad económica, que si enfrentan dificultades no caigan en la pobreza. Ese grupo lo definimos como vulnerables.
Antes, de la pandemia el grupo de vulnerables era el 40% de la población de Latinoamérica y el Caribe y solo alrededor del 30% eran clase media. Efectivamente, se registraron tres choques distintos, la pandemia, la crisis económica generada por la pandemia, y la crisis global generada por el conflicto Rusia-Ucrania. Esto ha incrementado la pobreza en alrededor de 25 a 27 millones de personas, lo que significa que vuelve a crecer la pobreza y se reduce la clase media. Entonces, las crisis superpuestas implicaron una contracción de la clase media y según estimaciones se habla de una regresión a la pobreza de hasta 10 años. 

_¿Y los efectos de la crisis?
Creo que en el corto plazo llevará a una mayor explotación de los recursos naturales como hidrocarburos, gas y petróleo. Sin embargo, también se aceleran inversiones en energías limpias y el efecto será contrario a la idea de explotar energías tradicionales. 

_¿Hay alguna política que ustedes sugieran para lograr una recuperación más rápida?
Lo primero es un cambio en el modelo económico, un crecimiento económico que tenga como motor la acción ambiental; es decir, sostenible e incluyente, que reduzca la desigualdad y pobreza.
Entonces, se requiere acción pública muy decidida para crear las condiciones. Se precisa adaptación de las reglas del juego de las instituciones para fomentar la creatividad, la empresarialidad, el emprendedurismo. Acabo de estar en Cainco donde vimos jóvenes emprendedores que tienen ideas para desarrollar empresa y requieren capitales. Hay que crear las condiciones para que ese financiamiento llegue y generar una base de protección social. 

_Ustedes han apoyado a Bolivia en temas como la economía más allá del gas ¿han visto avances en ese sentido?
El PNUD tiene alrededor de 50 años trabajando en Bolivia, ayudó en la consolidación democrática, acompañó transiciones de gobierno complejas y estuvo abierto a dialogar con todos los sectores en sus esfuerzos decididos por y para los bolivianos. Luego una característica de toda América Latina y Bolivia no es la excepción es que el crecimiento estuvo basado en la materia prima y uno de los grandes retos es cómo transitar de ese modelo a uno hacia la creatividad. La economía naranja puede ser motor del crecimiento.

_Prevén un marco programático con foco en la igualdad y el bienestar ¿es posible cuando el país tiene un 80% de economía informal?
Tocó un punto central. La informalidad -como resultado de distintos fenómenos- es uno de los grandes retos para la región y ciertamente para Bolivia, porque genera menor productividad, más desigualdad y mayor vulnerabilidad. Las empresas son pequeñas, menos productivas, y los empleados que no tienen acceso a empleo formal son más vulnerables a cualquier choque porque carecen de mecanismos para protegerse.

_¿Y qué propone el PNUD para romper esa trampa de informalidad?
Proveer mecanismos de protección social universales, no solo transferencias de ingresos, sino acceso a seguridad social, a servicios de salud, a pensión mínima de retiros y que ello se desvincule de qué tipo de empleos tengan o incluso si tienen un empleo. Eso financiado con impuestos generales aumentaría la relación de empleos formales.

_Se ha reunido con empresarios en Bolivia ¿ven avances a favor de una economía inclusiva y diversificada?
Estuve en una misión amplia, que es parte de un proceso para desarrollar nuestro Programa País. Estuve con el Gobierno, la academia y los empresarios. Una de las coincidencias que percibí es que Bolivia necesita que su economía se diversifique y que el motor sea la innovación y creatividad, pero también coinciden en que ello demanda mecanismos de financiamiento innovadores. 

_¿Bonos verdes?
Sí, pero también modelos de capital de riesgo para financiar nuevos proyectos y mercados de deuda privados con objetivos sociales y ambientales. El modelo económico debe ir en esa dirección.

_¿Hay oportunidades en la agenda de las finanzas sostenibles?
Se ha convertido en uno de los ejes centrales del plan estratégico. Queremos ser facilitadores de las nuevas ideas con el financiamiento, ¿cómo lo hacemos? Diseñamos estándares para que los inversionistas puedan poner los recursos y saber qué empresas están comprometidas con los objetivos de desarrollo sostenible. En el ámbito público acompañamos a los gobiernos en su emisión de deuda, ojo que no es contraer mayor endeudamiento, sino cambiar deuda tradicional por deuda en la que los inversionistas contribuyan a los países por su compromiso ambiental. Así, México pudo cambiar deuda por un costo más bajo y ahora estamos trabajando con Uruguay.

_Ustedes apoyan el plan Desarrollo Económico del Gobierno, pero hubo un cambio de ciclo ¿se deben diseñar nuevas políticas?
Nos mostraron un proyecto binacional en el lago Titicaca y dicen que durante el confinamiento mejoró la actividad piscícola, eso establece el límite al modelo de crecimiento económico. El otro límite es la desigualdad. La acción climática debe traer las dos cosas juntas: sostenibilidad y reducción de desigualdad.

_¿Los subsidios a alimentos y combustibles provocan un daño? ¿distorsionan?
No nos atreveríamos a decir que los subsidios distorsionan. Hay que entender en qué mercados, en qué contextos, qué los justifica y si son financieramente sostenibles. Creo que pasa por un análisis detallado.
En general, la política regional tendió a que la transferencia de ingresos sea la política de apoyo, no los subsidios a los precios en distintos mercados, pero creo que hay mecanismos en los que hay que entender. Por ejemplo, con una alta informalidad, muchas veces hay mercados en los que la única forma de apoyar es con subsidios generalizados. Sin embargo, es muy importante decir que como PNUD somos un instrumento de los Estados miembros del sistema de Naciones Unidas y traemos experiencias y ejemplos, pero las decisiones de políticas públicas se toman en los países. Nosotros no prescribimos políticas públicas, tratamos de acompañar e informar una mejor toma de decisiones, pero no incidimos en las decisiones porque son determinaciones de los países.

_¿Y cómo se debe trabajar en la redistribución para no profundizar la desigualdad?
Ahí si tenemos una posición clara como PNUD. El piso debe ser parejo y debe haber igualdad de oportunidades, que la calidad de la salud no dependa de tener acceso a un cierto tipo de servicio, lo mismo con la educación. Entonces, el acceso a servicios públicos de calidad debe ser igual para todos, es una forma de redistribución.
Es muy importante decir que nosotros hemos insistido en que hay que pensar más en los impuestos a la propiedad. El impuesto a la riqueza es buena idea, pero en la práctica, si se pone impuesto a la riqueza financiera ésta se va, pero las casas, los edificios y propiedades no se mueven y están asociadas al nivel de riqueza. Entonces, Europa recauda alrededor de 4 puntos de su PIB y Latinoamérica recauda alrededor de medio punto del PIB.
Es un impuesto muy progresivo, que no hace que la riqueza se vaya. No decimos que los países lo hagan, sino que hay espacios para pensar la política de redistribución. No hay que proponer cosas que suenan bien, pero al final son contraproducentes. 

_El conflicto bélico mostró que la producción de alimentos es importante ¿América Latina perdió la oportunidad? porque a mayor productividad, mayor riqueza y redistribución…
Hicimos análisis de esto, pero es necesario hacer una clasificación porque hay países que producen y otros que importan. Entonces, es una oportunidad para el país si va a producir, exportar y redistribuir la riqueza, porque puede generar un espacio fiscal.

PERFIL

El mexicano Luis Felipe López-Calva es Subsecretario General de la ONU y Director Regional para América Latina y El Caribe desde septiembre de 2018. Cuenta con 30 años de experiencia en organizaciones de cooperación multilateral, academia y asesoramiento. Fue Gerente de la Práctica Mundial de Pobreza y Equidad del Banco Mundial.