A pesar de las largas colas en surtidores, la ANH asegura normalización en la venta de combustible
La ANH asegura que la comercialización de diésel y gasolina se normaliza en el país. En Santa Cruz, choferes de micros y camiones deben esperar en fila hasta 24 horas para cargar diésel. Productores del Chaco anuncian tractorazo
Los transportistas de distintas regiones de Bolivia se enfrentan a una grave escasez de diésel y gasolina, lo que ha provocado largas colas en los surtidores. Los choferes, tanto de flotas como de micros, expresaron su frustración ante la falta de combustible, que ha empeorado en los últimos días. Mientras tanto desde la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) aseguran que la comercialización se está normalizando en el país.
De acuerdo con el reporte de la agencia ABI, esta entidad estatal reportó que la venta de combustibles en las estaciones de servicio de La Paz y del resto del país es normal, y que no se registran filas y se continúa con los controles respectivos con el apoyo de las Fuerzas Armadas (FFAA).
“No se presentan filas y a nivel nacional el tema de los controles se está llevando a cabo coadyuvado por las Fuerzas Armadas. Estamos hablando de unas 190 estaciones de servicio que están siendo cubiertas”, informó el director de Distritos de la ANH, Carlos Cordero, en contacto con Bolivia Tv.
Desde la estación de servicio “Volcán”, ubicado en la avenida Montes, en pleno centro de la ciudad de La Paz, indicó que en este surtidor se dispone de 30.000 litros de diésel y unos 60.000 litros de gasolina.
“Tenemos personal constante que está en las operaciones respectivas en la estación de servicio ‘Volcán’, tomando en cuenta que se tiene el saldo suficiente para todos los consumidores”, reiteró.
Realidad en los surtidores
Sin embargo, de acuerdo con el reporte de diferentes medios audiovisuales, los choferes deben esperar hasta 24 horas para poder cargar combustible, en especial diésel.
Los choferes, tanto de flotas como de micros, expresaron su molestia por la falta de diésel y gasolina, situación que ha empeorado en los últimos días.
Uno de los conductores afectados comentó: “De ayer estoy haciendo cola acá. Anoche dijeron que iba a llegar, pero no llegó nunca”.
La falta de diésel no solo afecta a los ingresos de los transportistas, sino que también repercute en sus familias, ya que, según otro conductor, “no hay ni para comer”.
Esta situación ha llevado a muchos a trabajar jornadas interminables, intentando mantener el servicio de transporte entre ciudades como Guayaramerín, Riberalta, Santa Cruz y La Paz.
El problema, que afecta a todo el país, no es reciente. Los conductores aseguran que la escasez de combustible se ha agravado con el tiempo y temen que la situación continúe deteriorándose.
“Si no hay diésel, no podemos trabajar, no podemos llevar el sustento a la casa”, señaló.
Además, la falta de diésel ha afectado a los horarios de trabajo, obligando a los transportistas a prolongar sus jornadas laborales, lo que afecta también a los usuarios que dependen de estos servicios. "Perdemos de trabajar más horas... simplemente sufre la demás gente que se tiene que movilizar porque no hay transporte", señaló otro conductor.
Alistan tractorazo en el Chaco
La situación colmo la paciencia de sectores productivos en Tarija. De acuerdo con el reporte del diario El País de este departamento, en el municipio de Yacuiba, en la región del Gran Chaco, diversas instituciones como la Asociación de Agricultores del Gran Chaco (Agrichaco), la Asociación de Productores de Granos del Chaco (Aprograch), la Central Campesina, la Federación Sindical Única de la Región del Chaco y ganaderos, han convocado a un tractorazo para el 8 de octubre.
Esta medida busca exigir a la ANH el abastecimiento adecuado de diésel y gasolina para que las actividades de la microindustria y la agricultura no se paralicen.
Mariano Vásquez, secretario ejecutivo de la Federación Sindical Única del Chaco, explicó que en una reunión realizada el 2 de octubre se decidió tomar medidas de presión debido a la insuficiente provisión de carburantes.
Las instituciones demandan la instalación de un surtidor móvil en áreas rurales y la habilitación de tarjetas especiales de compra de carburantes para los sectores agrícola y ganadero.