Las condiciones financieras del canje incluyen una tasa de interés de 7,5% y un vencimiento de ocho años. Analistas ven que no se consiguió colocar los $us 2.000 millones por desconfianza y nivel de riesgo país

24 de febrero de 2022, 7:33 AM
24 de febrero de 2022, 7:33 AM

Bolivia coloca $us 850 millones en bonos soberanos a una tasa de interés de 7,5% y un vencimiento de ocho años en mercados de capitales internacionales. Así, lo dio a conocer el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, al calificar de exitosa la operación de emisión dando cuenta que se hizo pese a las rebajas de calificación de riesgo soberano del país producto de la deficiente gestión y mal manejo macroeconómico del Gobierno transitorio de Jeanine Áñez e incertidumbre y alta volatilidad de los mercados de capital por el posible conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

El 10 de febrero, el Gobierno anunció en los mercados internacionales (EEUU) la invitación a ofertas de compra y canje de bonos soberanos por $us 2.000 millones con vencimientos en 2022, 2023 y 2028. Este año, el país tiene que devolver $us 500 millones -prestados en 2012- por lo que, según analistas, busca una extensión del plazo.

El miércoles, el ministro aclaró que la colocación de bonos no representa un incremento en el saldo de la deuda externa porque está destinada al canje de los bonos soberanos con vencimiento a 2022 y 2023.

Montenegro precisó que el 10 de febrero de este año el Estado realizó una invitación a los tenedores de los bonos soberanos emitidos en la gestión 2012, 2013 y 2017 en mercados de capital externos, en la cual se ofertó la compra o canje de los citados bonos sujeto a una futura emisión de nuevos bonos soberanos cuya oferta de canje venció el 23 de febrero (ayer).

De acuerdo con Montenegro, los resultados de la emisión y manejo de pasivos mostraron una demanda de $us 850 millones por parte de inversionistas de diferentes partes del mundo. Se determinó un cupón (tasa de interés) de 7,5% y un vencimiento de ocho años, lo que significa un nivel de rendimiento menor al alcanzado por títulos de deuda de países con calificación de riesgo similar a Bolivia.

La operación de manejo de pasivos de deuda se realizó en el marco del artículo 5 de la Ley N°1413-Presupuesto General del Estado, de 17 de diciembre de 2021, a través de la oferta de compra y/o canje de bonos soberanos emitidos en las gestiones 2012, 2013 y 2017.

Al concentrarse en el canje de obligaciones de próximo vencimiento, según el ministro, la operación no representará un incremento en el saldo de la deuda externa por el intercambio de deuda de próximo vencimiento por una nueva deuda.

Referente a la pretensión inicial de colocación de $us 2.000 millones en mercados bursátiles del exterior, el ministro aclaró que no hay una obligación de colocar el total. “No hemos visto necesario seguir colocando para el bono que está más allá de 2028, creemos que la operación es exitosa porque libera recursos que tenías que entregar en 2022 y 2023 y lo puedes canalizar a inversión productiva”, anotó.

Riesgos y calificación negativa

Para el economista, Róger Banegas, el Gobierno aceptó la intención de $us 850 millones, posiblemente por que el 33% descartado pidió un mayor rendimiento en la tasa, por encima del 7,5%, dado el riesgo soberano de Bolivia.

“No llegaron ni a $us 1.000 millones, lo que indica que el mercado financiero internacional mostró desconfianza o que el rendimiento ofrecido no compensa el nivel de riesgo en el país”, expresó Banegas.

Respecto al valor de los bonos colocados, Jaime Dunn, analista financiero, remarcó que los $us 850 millones no pueden ser considerados como un éxito cuando el Gobierno ofrecía $us 2.000 millones. “El mercado consideró que no era tentador invertir más en Bolivia, pues los riesgos eran mayores y con seguridad exigieron una mayor tasa de interés, algo que el Gobierno no aceptó”, precisó.

El analista hizo notar que tampoco se puede hablar de éxito por los ocho años conseguidos como plazos para pagar, cuando en un principio eran 10 años y, según su criterio, lo mínimo era mantener el mismo plazo o en el mejor de los casos ampliarlo.

Ante la justificación de Montenegro de que la calificación de riesgo de país habría bajado en la administración de la expresidenta Áñez, Dunn recordó que en 2015 Fitch Raitings ya había bajado la calificación, algo que en 2017, Standard & Poor’s, otra calificadora de riesgo, confirmó y habló de una tendencia negativa.

Para Mauricio Ríos García, también economista, el Gobierno no ha logrado despertar el interés de ningún cliente extranjero. “Clientes bolivianos han prestado dinero al Estado en el exterior”, expuso.

Ríos reparó en lo dicho por el ministro que la emisión no incrementa la deuda y que además es para infraestructura. Expuso que claramente el país está en problemas y que no habrá que afrontarlos en ocho años como dice el ministro, porque hay que pagar intereses carísimos del 7,5%. Ve fracaso.

Para Antonio Saravia, economista, la idea era colocar $us 2.000 millones. “Se colocaron solo $us 850 millones y para lograrlo debemos pagar 7,5% en lugar de 5% de la deuda antigua. Muy caro para muy poco. Además, es solo canje. Se ‘bicicleteó’ solo deuda interna, es decir, bonos de las AFP”, apuntó.