Jorge Valle, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Bolivia (ALA), contó en EL DEBER Radio la difícil situación que atraviesa el sector y la falta de soluciones reales en el diálogo con el gobierno

14 de diciembre de 2024, 15:01 PM
14 de diciembre de 2024, 15:01 PM

El sector aéreo en Bolivia atraviesa una crisis marcada por restricciones financieras, medidas controvertidas y una deuda de $us 48 millones que ha encendido las alarmas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Jorge Valle, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Bolivia (ALA), expresó su preocupación por la situación.

 “Este es un tema que se ha estado conversando con las autoridades de gobierno desde hace casi un año”, afirmó Valle durante una entrevista con el programa Qué Semana que se emite a través de EL DEBER Radio

El empresario recordó que las restricciones de acceso a dólares en el mercado boliviano comenzaron a generar tensiones desde el inicio. A pesar de repetidas reuniones con entidades como la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (ASOBAN), las soluciones han sido insuficientes y, a veces, inexistentes.

Uno de los puntos críticos es la imposición de comisiones bancarias de hasta el 53% para que las aerolíneas puedan acceder a sus fondos en dólares, un porcentaje que supera ampliamente el límite del 10% establecido por el gobierno. “El gobierno dice no ser responsable, pero permite que otros lo sean”, declaró Valle.

Impacto en el turismo

El descenso en el volumen de pasajeros internacionales también es una preocupación creciente. Valle explicó que la pandemia de COVID-19 golpeó duramente a las aerolíneas, y la actividad todavía no se ha recuperado a los niveles de 2019. “De por sí, el tráfico en Bolivia no es atractivo para las aerolíneas extranjeras”, agregó.

En los últimos meses, las aerolíneas han reducido sus frecuencias de vuelos semanales, y los costos operativos se han disparado debido a factores como la pretensión de la empresa distribuidora de combustible de cobrar en dólares. Esto, sumado a la obligatoriedad de realizar pagos en el extranjero por boletos aéreos, ha dificultado el acceso al servicio para muchos pasajeros bolivianos.

Advertencia de la IATA

La nota emitida por la IATA, que considera a Bolivia como un país con una deuda pendiente de $us 48 millones, representa una advertencia seria. Aunque no se han registrado abandonos recientes de aerolíneas internacionales, Valle advirtió que las condiciones actuales podrían llevar a una eventual retirada de operadores si no se toman medidas correctivas.

En 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el transporte aéreo en Bolivia movilizó cerca de tres millones de pasajeros, de los cuales más de un millón utilizaron aerolíneas internacionales. Este volumen, aunque significativo, se ve amenazado por las condiciones financieras adversas que enfrenta el sector.

A pesar de la complejidad del panorama, Valle afirmó que las operaciones aéreas se mantienen normales en los aeropuertos bolivianos, aunque advirtió que “el país está siendo percibido como un ‘infierno tributario’” debido a las altas cargas fiscales y regulaciones complicadas.

Las soluciones parecen lejanas, pero el mensaje del sector es claro: el gobierno debe asumir un rol más activo para garantizar la sostenibilidad de las operaciones aéreas. De lo contrario, los costos podrían ser significativos, no solo para las aerolíneas, sino también para los pasajeros y el turismo nacional. “La aviación genera divisas frescas y es clave para el desarrollo del país. Es hora de priorizar su estabilidad”, concluyó Valle.