Ola de calor y humo provocan la muerte de 2,3 millones de aves, subiendo el precio de la carne
En Cochabamba, los avicultores se encuentran en emergencia y cerca de 500 de las 800 granjas pequeñas han colapsado por la falta de recursos para importar insumos, aumentando la escasez
La producción avícola en Bolivia enfrenta una grave crisis debido a la ola de calor y la humareda causada por los incendios forestales, lo que ha provocado la muerte de 2,3 millones de pollos. Esto ha generado una reducción en la oferta de carne de pollo y un incremento en los precios en los mercados nacionales. Omar Castro, ejecutivo de la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), destacó que la mortalidad de aves ha aumentado del 7% al 10% o 11%, lo que agrava la situación de escasez.
Esta situación ocurre en un contexto de alza de precios, con el kilo de pollo cotizándose por encima de los Bs 15 en los mercados cruceños y Bs 17 en Cochabamba, exacerbado por el contrabando inverso tanto de carne como de huevos. Según Castro, en situaciones previas, una variación del 5% o 6% en la producción ya generaba ligeros aumentos en los precios, pero ahora, el déficit es mucho mayor debido a las condiciones climáticas extremas.
Técnicamente, las altas temperaturas y la humareda dificultan que las aves disipen el calor. Al empezar a respirar por el pico para regular su temperatura, los pollos inhalan microorganismos que afectan su sistema inmune, impidiendo que engorden en los tiempos normales. El periodo de engorde, que suele durar entre 39 y 40 días, ahora se ha extendido, lo que retrasa la oferta de carne en el mercado.
En la misma línea, Jorge Silva, viceministro de Defensa al Consumidor, advirtió sobre el impacto de los incendios en la producción alimentaria, señalando que miles de aves han muerto por la inhalación de humo, afectando la oferta de carne de pollo y elevando los precios. Silva explicó que el estrés causado por el humo también afecta al ganado bovino, que "no engorda, se enflaquece", contribuyendo a la reducción de la producción de carne de res y al aumento de su precio.
La crisis también ha impactado otros productos básicos como el arroz, la carne de res y el pollo, cuyos precios han subido debido a factores climáticos, especulación en el mercado y exportación no oficial de productos a países vecinos, como Perú y Argentina, donde los precios son más altos.
Silva resaltó la necesidad de regular el comercio en las zonas fronterizas, ya que muchos productos bolivianos están siendo exportados de manera no oficial a otras naciones, lo que agrava la situación alimentaria en Bolivia.
Aunque se están implementando medidas para frenar la salida de productos, el viceministro reconoció que será un reto resolver la crisis en el corto plazo, debido a la complejidad de los factores que afectan la producción y distribución de alimentos en el país.
Mientras tanto, en Cochabamba, los avicultores se encuentran en emergencia. Héctor Cordero, presidente del sector en el departamento, informó que cerca de 500 de las 800 granjas pequeñas han colapsado por la falta de recursos para importar insumos. Esta situación ha llevado a varios productores a cambiar de actividad o emigrar en busca de mejores oportunidades.
A pesar de los esfuerzos por cubrir la demanda de carne de pollo, la crisis climática y económica sigue gravemente al sector avícola y a la seguridad alimentaria en Bolivia, con consecuencias directas para los consumidores.