Analistas ven un panorama incierto en la existencia de recursos para la compra de gasolina y diésel en el mercado externo. Alertan que la situación puede complicarse si no se revierte la producción de gas

25 de enero de 2024, 8:57 AM
25 de enero de 2024, 8:57 AM


Para la Gestión 2024, el Presupuesto General del Estado (PGE) 2024 prevé un gasto de Bs 9.803 millones para la subvención de los combustibles (diésel y gasolina), unos Bs 2.875 millones menos que lo presupuestado para 2023. Y aunque el oficialismo aplaudió el hecho, surge la pregunta: ¿de dónde sacará el Gobierno los dólares para comprar los combustibles en el mercado internacional?

Para los analistas y economistas hay pocas opciones para salir de compras de combustibles. La primera, las reservas del Banco Central de Bolivia (BCB), que al mes de diciembre estaban en $us 1.709 millones, una cifra histórica si se considera que en 2022 cerró en $us 3.796 millones. Las siguientes opciones -sin importar el orden- serían los recursos de la Gestora Pública de Seguridad Social de Largo Plazo, las remesas que envían los compatriotas del exterior y las exportaciones.

El analista Alberto Bonadona expresó que el Gobierno dispuso que las remesas que llegan al país sean pagadas en dólares, como un mecanismo para que exista contabilidad en moneda estadounidense, porque supuestamente los bancos tienen guardados esos recursos. “El Gobierno pretende ahorrar en subsidios con las plantas de biodiésel y alcohol (etanol) y luego debe esperar en las exportaciones de gas que se realizan todavía a Brasil y que Argentina pague sus deudas”, dijo.

Sin embargo, Bonadona cree que el Gobierno está esperando un milagro económico: “Están esperando que Rusia, China o tal vez algún país europeo, pueda decir, yo pongo dinero para explotar y exportar litio, lo cual es un milagro que no va a ocurrir porque no existe esa posibilidad inmediata”, agregó.

Por su parte, el analista energético, Hugo Del Granado, consideró que Bolivia está en el límite del endeudamiento, por lo que duda que existan recursos de esas fuentes para subsidiar los combustibles. “Yo creo que en todos los frentes se está llegando a los límites, pero la decisión que han tomado, de continuar con la subvención, es política y no económica. Por lo tanto, la solución yo creo que la tienen que encontrar en el campo político también”, apuntó.

Del mismo modo, manifestó que “se ha estado mencionando” que se continuará acudiendo a los fondos de las AFP (Gestora). Ellos tienen eso a disposición, no veo otra fuente”. añadió.

El lamento de la exploración

El ex ministro de Hidrocarburos y analista, Álvaro Ríos subrayó que a pesar de que en 2024 se ha previsto menos gasto en subsidios de combustibles, la erogación continuará creciendo a medida que la producción de gas y líquidos vaya declinando. El eje principal del problema energético boliviano y de los dólares, radica en la fuerte declinación de producción que tenemos desde el año 2015 y que no hay visos de que se revierta porque la exploración que tenemos es muy magra. Entonces, este año estamos rascando la olla, viendo de dónde sacamos y cómo se acomoda para poder importar”, acotó la exautoridad.

Ríos señaló que, a pesar de existir un probable incremento en el precio de los combustibles, la necesidad de más dólares es básicamente señalada por el tema de la caída y el declive que hay en la producción. “Hemos acabado el año con una producción de 34 millones de metros cúbicos día (de gas natural) y cerca de 30 mil barriles de condensado, y esto año a año va a seguir cayendo. ¿Qué vamos a hacer cuando, de aquí a tres años, necesitemos más dólares para importar, fruto del declive en la producción?”, cuestionó.

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