Gobierno asegura que el freno al funcionamiento de las actividades tendrá efectos adversos no solo en la actividad económica, sino en el mercado laboral, comercio exterior, recaudaciones tributarias y en la inflación

6 de noviembre de 2022, 4:00 AM
6 de noviembre de 2022, 4:00 AM


Santa Cruz estornuda y la economía nacional se resfría. Expertos coinciden en que la conflictividad social en Santa Cruz, asociada a la reivindicación de este departamento por el censo en 2023 y un cerco establecido por organizaciones sociales y sindicales afines al partido gobernante, incidirán en un menor crecimiento económico, cuya proyección oficial es del 5,1% para este año. Al primer trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia creció un 3,97%. 

El economista Gonzalo Chávez, desde La Paz, infiere que los próximos días y meses se profundizará la tendencia creciente de precios de varios alimentos esenciales. “Es probable que la tasa de inflación esté próxima al 3,3% previsto por el Gobierno, cuyo porcentaje anualizado, hasta el pasado mes, era de un 1,8%”, puntualizó. 

Anotó que también se registrarán problemas en el crecimiento. “Estaba previsto un 5,1%, pero el porcentaje en los próximos meses será más bajo. Se perdió de $us 30 a 36 millones por día, pero lo que
no se entiende es que todas las cadenas productivas en torno al aparato productivo de Santa Cruz fueron cortadas y eso tiene repercusiones en todos los otros sectores. Entonces, habrá una desaceleración de la economía”, expuso Chávez.

Además, dejó entrever que el desempeño de la balanza comercial tampoco será interesante. “El Gobierno estaba orgulloso de las cifras de las exportaciones que probablemente iban a llegar a $us 13.000 millones y había dos referencias, oro y estaño metálico y el sector agroindustrial, liderados por soya y sus derivados. La balanza comercial será positiva, pero no interesante como se proyectó en un primer momento. Ahora bien, las Reservas Internacionales Netas (RIN) son ‘sumamente’ bajas. En 2014 estaban en alrededor de $us 15.000 millones y ahora la cifra es menor de $us 4.000 millones. Menos exportaciones, significa menor ingreso de divisas, lo que pone una presión muy fuerte sobre las reservas y el tipo de cambio”, afirmó Chávez. 

El analista económico y financiero Jaime Dunn, precisando que la paralización en Santa Cruz no es total, estimó que el costo es de alrededor de $us 20 millones por día de manera redonda. 

“Eso significa que se pierde más o menos un 0,5% del PIB por cada 10 días de paro en Santa Cruz. A eso hay que adicionar que durante ese periodo se pierden cerca de $us 100 millones en exportaciones, con todo lo que eso significa no solo para menos crecimiento económico, porque hay menos actividad económica, sino el impacto que puede tener en las RIN que son muy sensibles y que dicho monto de divisas en exportaciones le caen muy bien a las reservas”, insinuó Dunn, al complementar que la imagen de los enfrentamientos entre bolivianos refleja un país de baja seguridad jurídica e institucionalización para el inversionista.

En la primera semana de octubre, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, ratificó la proyección de crecimiento del PIB para Bolivia en torno al 5,1%, como establece el Programa Fiscal Financiero para este año. Sin embargo, alertó que, si se concreta el paro indefinido, en ese momento anunciado en Santa Cruz, afectará ‘severamente’ el proceso de reconstrucción de la economía que implementa el Gobierno.

Incertidumbre ‘enorme’

Para Antonio Saravia, doctor en economía y director del Centro de Estudios para la Economía y la Libertad en Mercer University (EEUU), está claro que los paros y los cercos, y en general cualquier medida que evite la libre circulación o que se abran los negocios, significa cuantiosas pérdidas económicas para Santa Cruz y para Bolivia. “Si no se trabaja no se produce. Así de simple”, apuntó. 

Hizo notar que recurriendo al típico cálculo referencial de usar el PIB departamental y dividirlo por 365 días para obtener el PIB departamental diario. “Este cálculo sugiere que el PIB de Santa Cruz es de alrededor de $us 33 millones por día. Este monto, es, por lo tanto, lo que el departamento (y Bolivia) pierde por día de paro”, expresó, al aclarar que el paro es, entonces, un sacrificio ‘enorme’ que se hace por una pelea justa y por dar la cara a un Gobierno incapaz que tuvo 10 años para preparar un censo y luego mintió para postergarlo”, dijo.

Con respecto al empleo formal, Saravia indicó que es muy ‘chiquito’ en Bolivia. “El 80% de la mano de obra trabaja en el sector informal. Los paros (y los cercos) no ayudan a esta situación porque generan una incertidumbre enorme que hace que las empresas formales no quieran contratar o incluso cierren. El país probablemente perderá muchos de los pocos empleos formales que quedan”, sostuvo.

A deducir por el economista Róger Banegas, por cada dos semanas de paro cívico y bloqueo en Santa Cruz, el país pierde entre $us 350 y 400 millones. “Esto es el 1% de contracción en la actividad económica nacional (PIB), con repercusión directa en la tasa de desempleo, misma que se incrementa en +0.5%; es decir, se pierden 25.000 fuentes de trabajo por cada 14 días de paro cívico y bloqueo”, aseguró, al cargar la responsabilidad al Gobierno nacional por no atender la demanda de censo en 2023, toda vez que está en su rol la resolución de conflictos y velar por la estabilidad económica del país. 

Alertó un alza de precios en los alimentos, considerando la impor
tancia de Santa Cruz en su oferta del 70% a la demanda nacional. “El componente aditivo es el efecto en la escasez de combustible que tendrá consecuencias en el sector agropecuario departamental y nacional”, refirió Banegas. 

Wálter Morales, también economista, infiere que indudablemente existe una afectación en la dinámica económica y el crecimiento, no solo por la representación de Santa Cruz a escala nacional y lo que se pierde por día, sino por la reverberación de efectos de mayor plazo. “Señales negativas que se dan al sector privado, local y extranjero, como a la comunidad internacional. No aprendemos a ponernos de acuerdo entre bolivianos”, expresó, al insinuar que un país con alrededor del 80% de informalidad, estas situaciones comprometen aún más el empleo formal y de calidad.
Para Mauricio Ríos García, también economista, las consecuencias en la producción de alimentos será la misma que en cualquier otro sector de la economía. 

“La destrucción de la institucionalidad y la profundización de la crisis del cerco afecta a todos los sectores por igual, dado que están entrelazados. El cerco no solo no permite exportar alimentos, sino que también impide importarlos”, exclamó el analista. 

Impacto en la economía

Desde el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, afirman que el freno al normal funcionamiento de las actividades en Santa Cruz tendrá efectos negativos no solo en la actividad económica, sino en el mercado laboral, el comercio exterior, las recaudaciones tributarias y en la inflación. “Los ingresos de los trabajadores se verán afectados en todos los niveles, debido a que la producción industrial y agroindustrial está frenada; los servicios de restaurantes, bares, peluquerías no pueden operar; pero quienes resultan afectados de sobremanera son aquellos trabajadores que ganan el sustento de manera diaria, principalmente: comerciantes, transportistas, vendedores ambulantes y otros”, precisaron. 

De la misma manera, infieren que la imposibilidad de que el comercio exterior pueda desenvolverse con normalidad afectará a la dinámica interna del departamento y la generación de divisas para el país. Hasta agosto, las exportaciones bolivianas sumaron $us 9.456 millones por la venta de más de 10 millones de toneladas, según el IBCE, con datos del Instituto Nacional de Estadística. A su vez, el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco, estima que Bolivia va a superar $us 13.000 millones en exportaciones este año.

Asimismo, el Ministerio de Economía indica que producto de un volumen menor de ventas registrado en Santa Cruz, las recaudaciones tributarias a escala nacional se verán impactadas negativamente. 

Del mismo modo, advierten que el paro en Santa Cruz tendrá un impacto significativo en la inflación, provocando una menor oferta de ciertos productos en los mercados -tanto cruceños como nacionales- y llevando al alza del costo de la canasta familiar.

Desde el Ejecutivo afirman que el paro impactará negativamente a la actividad económica y, por lo tanto, a la generación de empleos. Montenegro, en conferencia de prensa, dijo que las pérdidas suman más de $us 500 millones por los 14 días de paro y afirmó que no se puede recuperar lo perdido. “Aquellas familias menos protegidas -(informales), son quienes más problemas económicos tendrán y desafortunadamente su situación se podría precarizar más”, apuntan.