Cara a cara

La reciente escalada del dólar paralelo en Bolivia, llegando a superar los Bs 9, ha generado un clima de incertidumbre. El comercio informal, uno de los pilares de la economía boliviana, se ha visto golpeado, con precios de productos básicos como la harina, la leche en polvo, bebidas y tabaco fluctuando de manera abrupta de un día para otro.

El Banco Central de Bolivia insiste en que el tipo de cambio oficial se mantiene estable en Bs 6,86 y Bs 6,96. Sin embargo, la realidad en las calles es otra: el dólar paralelo se cotiza entre Bs 9,20 y Bs 10, siendo este último el valor utilizado por los comerciantes informales para adquirir su mercadería.

Esta disparidad entre el tipo de cambio oficial y el paralelo provoca una distorsión en el mercado, desalentando la inversión formal y fomentando la informalidad. Los consumidores, por su parte, se ven obligados a enfrentar precios cada vez más altos, impactando directamente en su economía familiar.

Es urgente que las autoridades tomen medidas concretas para abordar esta situación. Se requiere un plan integral que ataque las raíces del problema, combatiendo el contrabando, fortaleciendo el sistema financiero y generando mayor confianza en la economía boliviana. El diálogo entre el Gobierno, el sector privado y la sociedad civil es fundamental para encontrar soluciones conjuntas.