En diciembre, el país produjo 39,26 millones de metros cúbicos de gas día (MMm3/día) lejos de los 60 (MMm3/día) de 2014

15 de enero de 2023, 4:05 AM
15 de enero de 2023, 4:05 AM


Los datos y el mismo gobierno confirman lo que varios expertos habían advertido durante años: el ocaso de la producción de hidrocarburos. La noticia no es nueva y no sorprende. Lo que sí llama la atención es el contexto y el tono usado desde el Poder Ejecutivo, que cuestionó los anuncios triunfalistas hechos en la administración del expresidente Evo Morales. Y más allá de las fricciones entre la administración de Luis Arce Catacora y el exjefe de Estado, las cifras demuestran que el llamado mar de gas “fue una mentira”.

Con una producción de 39,26 millones de metros cúbicos de gas diarios (MMm3/día) cerrando al mes de diciembre de 2022 quedan en evidencia los argumentos que el Gobierno ha usado para cuestionar la política hidrocarburífera de la administración Morales.

“Un exministro de Hidrocarburos le hizo creer a nuestro expresidente (Morales) que estábamos en un mar de gas. ¿O no? ¿O me estoy inventando? Le dijeron: ‘Estás en un mar de gas’ y era una mentira y hoy, obviamente, estamos pagando los platos rotos de no haber explorado en esos años, en esos momentos”, apuntó el ministro de Economía y Finanzas, Marcelo Montenegro, en un encuentro con medios internacionales, según un reporte de Página Siete.

Origen de las observaciones

La observación de la autoridad tiene su origen en el último año de Gobierno de Evo Morales. En enero de 2019, el entonces ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, anunció el “éxito” exploratorio del pozo Boyuy X2. 

Este proyecto, según Sánchez, descubrió un “mar de gas” debajo de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija, donde se encuentran 33 áreas hidrocarburíferas en las que se ubican campos como Margarita, Sábalo, San Alberto e Iguazú, entre otros.

“Es uno de los descubrimientos, para mí, más importante de los últimos 20 años. No tiene magnitudes, no sólo a escala nacional sino internacional. Me han estado llamando geólogos de todo el mundo para validar algunos datos (...). El mar de gas lo hemos descubierto, solamente que ustedes no lo visualizan, no lo quieren visualizar, la prensa habla barbaridades, se dicen y desdicen”, dijo Sánchez, cuando anunció el supuesto hallazgo.

Pero dos meses después el gran yacimiento fue declarado como no comercial por YPFB. En la perforación del proyecto se invirtieron $us 130 millones.

Realidad productiva

Lo expresado por Montenegro deja al descubierto algo que la actual administración de Yacimientos dejó entrever de forma más sutil y menos frontal, con relación a la dura observación hecha por el ministro de Economía a la gestión hidrocarburífera en el Gobierno de Evo Morales.
En octubre -en una entrevista con EL DEBER- el presidente de Yacimientos, Armin Dorgathen, admitió que el fondo de incentivo creado durante la gestión del exjefe de Estado no funcionó debido a la burocracia que demandaba acceder a esos recursos. 

“Los decretos supremos que fueron reglamentando la ley fueron difíciles de solucionar. Hubo campos que no lograron cumplir y no iban a recibir incentivos, fue complicado y estamos solucionado lo que se puede, pero hay algunos que no tienen solución”, reveló Dorgathen.

El resultado de la política hidrocarburífera, según especialistas consultados por EL DEBER, es una producción en constante declinación, un aumento en el costo de las importaciones, y a mediano plazo la pérdida del mercado argentino.

De acuerdo a datos difundidos por la Dirección de Hidrocarburos y Minas de Santa Cruz, basados en reportes oficiales de YPFB, en diciembre de 2022 la producción de gas natural fue de 39,26 millones de metros cúbicos (MMm3/día).

Del total de esa producción 14,29 MMm3/día, que representan el 36%, se destinó para abastecer el mercado interno. Mientras que 18,04 MMm3/día (46%) se exportaron a Brasil y 6,88 MMm3/día (18%) fueron a parar el mercado argentino.

El reporte de enero a diciembre, muestra que la producción de gas se movió en un pico mínimo de 39 MMm3/día y 42,96 MMm3/día.
La cifra está lejos del récord de producción que obtuvo el país durante la gestión 2015 cuando se superaron los 60 MMm3/día.

El contrato suscrito con Brasil en 2005 establecía que Bolivia debía enviar al país vecino 30 MMm3/día, con una proyección para aumentar este volumen. Sin embargo, debido a problemas de producción el Estado no pudo superar esta cifra, al contrario, la redujo en diferentes adendas que se realizaron en años posteriores.

El caso argentino es parecido, el Estado boliviano suscribió en 2006 un contrato en el que se comprometía a enviar hasta 27 MMm3/día. El despacho iba a ser gradual, se establecieron metas de envíos por año con picos mínimos y máximos. Pero la realidad hizo que el contrato se modifique y se realizaran seis adendas al acuerdo original.

Es más, desde el país vecino se busca acortar la duración del acuerdo que debía terminar en 2026. Argentina plantea que el compromiso termine en 2024.

Esto porque tendrá a mano la producción del gas de Vaca Muerta, en un volumen de hasta 22 MMm3/día, por lo que el suministro boliviano no será necesario.

"El sector como una caja chica"

El exministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, explicó que la realidad del negocio más importante del Estado boliviano es el fruto de la política que priorizó la captación de recursos y que vio al sector como una caja chica de donde obtener fondos.

“Lo que estamos viviendo ahora no es el resultado de una política de hace uno, dos y tres años; es el resultado de la política de 2004, 2005 y 2006, porque este sector tiene ese periodo de maduración; es como el Titanic, que tarda en girar y es muy difícil que dé la vuelta. No es como una lancha que se da vuelta rápido. Esa es mi perspectiva”, sostuvo.

El especialista sostuvo que la tendencia para 2023 es la misma que la del año pasado, que la producción no se recupere y que si hay un gran descubrimiento ese gas “recién se verá en algunos años porque hay una demora entre el momento que se hace el descubrimiento y cuando se declara comercial”. 

“Incluso si hacen las reformas este año, es difícil que se revierta esta situación. La caída de los volúmenes de Argentina y Brasil, se deben a que el Gobierno negoció una disminución porque hay una declinación. Y esto se debe a varios factores, entre los más importantes están los altos impuestos que pagan los productores de gas”, dijo.

Agrega que el incentivo que anunció el Gobierno hace algunos años no dio resultados. “Todo deviene de la Ley de Hidrocarburos que se aprobó en 2005 que se dedica sobre todo a cosechar antes que sembrar y al llamado proceso de nacionalización que ahuyentó las inversiones”, sostuvo.

Eduardo Ibáñez, director de Hidrocarburos y Minas de la Gobernación de Santa Cruz sostuvo que el país llegó a vender hasta 31,05 millones de metros cúbicos de gas por día (MMm3/día) a Brasil entre los años 2014, 2015 y 2016 por la demanda incremental que tuvo Brasil cuando organizó el Mundial de Fútbol y las olimpiadas. Incluso se lograron acuerdos con clientes distintos a Petrobras. 

Pero después se realizó una reducción del volumen de entrega.
“Son disminuciones que en gran parte derivan de la oferta decreciente de Bolivia porque cada vez era menos la cantidad exportable y obligó a realizar adendas de 30 MMm3/día a 20 MMm3/día”, dijo.

Con Argentina pasó lo mismo, en ese sentido, aseguró Ibáñez.
Para este reportaje se envió un cuestionario de preguntas a la petrolera estatal YPFB, pero hasta el cierre de esta edición no ha respondido.