Los soyeros y los transportistas manifestaron que escucharán la propuesta del Gobierno, aunque precisaron que los tanques de almacenaje y las maquinarias son inversiones que no pueden realizar. La primera reunión será hoy martes

27 de febrero de 2024, 4:00 AM
27 de febrero de 2024, 4:00 AM

Gran expectativa genera entre los sectores productivos el anuncio del Gobierno de liberar la importación de combustibles. El domingo, el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, anunció que hoy martes, a partir de las 15:00 horas, los sectores interesados en importar combustibles para autoconsumo, podrán conocer la parte logística y las normativas respectivas, en un encuentro con proveedores internacionales y autoridades reguladoras nacionales. La reunión se desarrollará en las oficinas de YPFB en Santa Cruz.

EL DEBER conoció que uno de los sectores productivos invitados fue el aglutinado en la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), aunque otros, como el transporte pesado y el de la construcción, manifestaron desconocer el encuentro.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), Fernando Romero, indicó que su sector asistirá a la reunión, aunque admitió que en estos momentos el gremio no cuenta con las condiciones de convertirse en un importador directo de diésel, principalmente. “Anapo no tiene la posición, ni la logística, ni un departamento de comercialización. No tiene la posibilidad de ser un importador directo, porque la comercialización, los tanques (de almacenaje) está en control de YPFB”, indicó.

En ese sentido, apuntó que ese servicio podría ser tercerizado y que, uno de los aspectos que más interesa son los pagos, sobre todo por la falta de dólares. “La posición de Anapo es coadyuvar para que esto funcione, para que el suministro de carburantes llegue a todo el sector y a toda la cadena de forma eficiente”, afirmó Romero, a tiempo de detallar que el sector consume hasta un 10% del mercado del diésel en toda la campaña anual.

Según datos de YPFB, Bolivia importa diésel en una cantidad equivalente al 75% del consumo del mercado interno y el restante 25% lo produce. La cantidad de diésel que se interna al país es de 7 millones de litros de diésel diariamente, que le permite una autonomía de hasta cuatro días.

 El transporte pesado es otro sector interesado en ser importador directo de combustible, pero tampoco cuenta con las condiciones logísticas de almacenamiento, principalmente. El presidente de la Cámara Boliviana de Transporte Pesado Internacional, Héctor Aguilar, señaló que se tendría que poner en la balanza el costo-beneficio que implicaría.

“Nadie tiene esas instalaciones (para el almacenamiento). Hay que tener tanques, bombas, muchas cosas, que tienen un costo que no es regalado, tendríamos que hacer inversiones grandes, pero no me parece mala la idea (...). Tampoco vas a tener un costo de 5 bolivianos por litro”, expresó.

De acuerdo con datos que maneja el sector, Aguilar mencionó que un litro de diésel en Paraguay, al cambio oficial, tiene un precio de unos Bs 10, mientras que en Argentina bordea los Bs 8. Ambos países, como el resto del mundo, fijan sus tarifas de combustibles de acuerdo al precio internacional del petróleo.

Rentabilidad

Según el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, en Bolivia existen como 1.500 consumidores -entre empresas, asociaciones y particulares- que importan combustibles para autoconsumo e, incluso, una empresa constructora compra 16 millones de litros anuales.

Con esta nueva medida, el Gobierno pretende obtener un triple impacto: garantizar la provisión al sector privado, liberar costos de importación para la billetera del Estado y disminuir la subvención. “Hemos definido con la Agencia Nacional de Hidrocarburos, simplificar y agilizar los procedimientos para la importación directa de combustibles, vale decir, todo el tratamiento de autorizaciones para las empresas o a los agentes que deseen importar su propio combustible ya sea diésel u otro”, remarcó Molina.

EL DEBER intentó conocer los costos de logística e importación de tres empresas -dos mineras y una constructora- que importan carburantes para autoconsumo, pero prefirieron no emitir algún criterio.

Sin embargo, una fuente conocedora del mercado internacional de derivados de petróleo, indicó que el comercio de combustibles en esta región de Sudamérica, como en todo el mundo, son los de referencia internacional y las compañías que abastecen el mercado boliviano negocian los precios de acuerdo a los volúmenes de compra.

De acuerdo con el portal Global Petrol Prices, al 19 de febrero, el precio promedio de la gasolina en todo el mundo era de $us 1,31 por litro, mientras que el diésel se cotizaba en $us 1,27. Sin embargo, a ello se le añaden los costos de transporte, impuestos y subsidios, por lo que el precio es variable en algunas regiones.

El precio del combustible (diésel y gasolina) en Bolivia es menos de la mitad de lo que cuesta en los mercados internacionales, es decir, se subsidia más del 50%”, indicó la fuente que prefirió guardar su nombre en reserva.

Para el analista y ex ministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, con esta nueva modalidad y el anuncio de subastas públicas, el precio será el que fije el mercado. “El Gobierno tiene esta premura porque le facilita un poco el tema de los dólares para la compra del combustible. Esto, sin duda que le va a dar un pequeño alivio al Estado en toda la importación que tiene que hacer este año de 1.400 millones de dólares”, consideró Ríos.

Agregó que, además, dará seguridad de abastecimiento a los grandes usuarios, a pesar de que el precio sería de mercado. “Me imagino que esos precios van a oscilar con los precios internacionales del petróleo, del margen de refinación y los costos de transporte para meterlo hasta Bolivia”, puntualizó Ríos.

Al mismo tiempo, mencionó que, en el caso de dos grandes empresas mineras, la modalidad era la “compra en bloque”, junto a YPFB, a precios internacionales y que este nuevo mecanismo también tendría su ventaja si el precio del crudo cae, como lo hizo en años anteriores.

Subastas

El ministro Franklin Molina anunció que se trabaja en los detalles para abrir la subasta de combustibles para grandes consumidores, es decir, otro mecanismo que permita disminuir los costos y provisión. “Eso está siendo trabajado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos y por YPFB para su desarrollo. Son las medidas que se han ido analizando y ya estamos explicando parte de las acciones de la política”, dijo.

Además, la autoridad energética sostuvo que se están contemplando con cambios estructurales, como reformas en Ley de Hidrocarburos que permitan incentivar la producción de crudo y de gas para el abastecimiento interno, externo y para atender la política industrial que lleva adelante el Gobierno.

Del mismo modo, anunció que se encaran los procesos para hacer realidad la importación de crudo para enviarlo a las refinerías. Y no solamente hablamos de combustibles de diésel y gasolina, sino también de aceites y lubricantes que son tan importantes para todo el aparato productivo y el sector transporte”, añadió.