La Policía charrúa trabaja para identificar a todos los involucrados en este incidente. Desde la Fiscalía de ese país impulsan las investigaciones y señalan que fue una broma de mal gusto

15 de enero de 2020, 20:51 PM
15 de enero de 2020, 20:51 PM

En las últimas horas se viralizó un video en el que se observa a un helicóptero sobrevolando una casa, cuando de repente lanzan desde esa nave un cerdo que cae en la piscina de ese inmueble. Las imágenes provocaron rechazo en Uruguay, lugar en el que se dio el hecho y en donde las autoridades ya investigan a los autores de esta ‘broma pesada’.

En distintos medios se informa que el inmueble es de propiedad de Federico Álvarez Castillo, empresario del rubro textil de ese país, que se encontraba de vacaciones en la ciudad uruguaya de Maldonado.

Según el diario El Observador del país charrúa, la fiscal Ana Dean pidió esclarecer las circunstancias en que ocurrió este hecho e identificar a todas las personas involucradas. Agregó que quienes se encontraban en la vivienda donde cayó el animal, lo sacaron del agua, “lo asaron y se lo comieron”. 

“Todo indica que fue una broma. Nadie espera que llueva un chancho del cielo, esto fue filmado y se escuchan risas de fondo”, agregó Dean.

La fiscal también pidió ayuda a la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) para identificar al propietario de la aeronave, al piloto y a las personas que lo acompañaban. 

Mientras tanto Álvarez, quien en principio calificó el incidente como un acto vandálico, terminó confesando que fue él quien grabó el video en el que se observa al animal caer desde el helicóptero a la piscina. 

El video lo filmé yo porque se paró un helicóptero en el techo de mi casa, nunca imaginé que pasé lo contrario”, aseguró Álvarez; sin embargo, como lo indicó la fiscal Dean, en el video en lugar de gritos de asombro, lo que se escucha son risas y carcajadas. 

Según el portal Infobae, todo se produjo cuando Álvarez sostuvo una conversación con otro empresario quien le propuso hacer un asado y se comprometió a enviarle la carne “en un Uber”. 

Ante la duda sobre si el animal estaba vivo o no el veterinario argentino Juan Enrique Romero, luego de ver las imágenes, indicó a Página 12 que el animal sufrió un terrible estrés previo a su muerte que fue por impacto, y aún sí hubiese estado muerto, calificó como el hecho como “una barbaridad porque demuestra una falta de respeto al otro”.

A continuación puedes ver el video: