Un niño tiene reacciones a la infección que no son iguales a las de un adulto o un adulto mayor. Por ello el tratamiento tampoco es el mismo

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10 de agosto de 2020, 11:56 AM
10 de agosto de 2020, 11:56 AM

Cada vez aparecen novedades sobre el coronavirus, su desarrollo en el cuerpo humano, la forma de combatirlo y también la manera de desarrollar los tratamientos de recuperación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que todos los seres humanos corren el riesgo de contagiarse, que no existe un grupo inmune, aunque algunos son más fuertes frente al virus.

El médico boliviano José Égüez Steinbach explica que la forma de manifestarse del Covid-19 en niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores es diferente de uno a otro. Ello porque sus defensas están más desarrolladas en un grupo, porque su organismo está mejor preparado para enfrentar un contagio, lo mismo que hay rangos de edades menos preparados para una infección, y de ahí vienen los síntomas diferentes.

Niños, adolescentes y jóvenes

De recién nacidos a 18 años integran el grupo menos afectado por el coronavirus. Sin embargo, eso no quiere decir que sean inmunes. Ellos tienen las defensas altas, y es que mientras menos edad tienen, aún conservan parte de los nutrientes que les brindó la leche materna y la buena alimentación que recibieron luego de nacer.

Si un integrante de este grupo se contagia de Covid-19, los síntomas pueden ser más leves y su recuperación será más rápida y fácil, aunque se debe tener mucho cuidado con ellos y no confiarse de que tienen un organismo fuerte.

Los síntomas más comunes son el resfriado, tos, congestión nasal, dolor de cabeza, lesiones cutáneas (sarpullidos o granos en la piel), malestar corporal leve y diarrea. Deben ser tratados por un médico, aislarlos porque pueden contagiar a otros y seguir todos los protocolos de recuperación.

En este grupo es común que hayan asintomáticos, es decir que tienen la enfermedad pero sin síntomas. Ellos deben igualmente seguir un tratamiento y tener mucho cuidado porque pueden transmitir el virus.

Adultos 

Entre 19 y 65 años, componen este grupo donde se registra el mayor número de infectados. Es el segmento de edad más numeroso, quienes más dejan su casa y salen a la calle a trabajar.

En este grupo hay muchas personas con enfermedades de base como diabetes, presión alta, problemas cardíacos y pulmonares, por lo que tienen muchas posibilidades de contagio. 

Los síntomas más comunes son la fatiga, cansancio, falta de aire que significa problemas pulmonares, pérdida de olores y sabores. Ni bien perciben estas características deben acudir a un médico para su inmediato tratamiento. Al menos la mitad de los infectados de este grupo son internados.

En este nuevo grupo también pueden aparecer los nuevos síntomas descubiertos, como conjuntivitis, diarrea, vómito y pérdida de color en los dedos de los pies y manos



Adultos mayores

Las personas arriba de los 65 años son las más propensas a contagiarse porque tienen menos defensas y casi siempre padecen de una enfermedad de base. A ellos se los debe cuidar mucho en la casa, no permitir que tengan contacto directo ni indirecto con extraños.

Ellos padecen la mayoría de los síntomas del coronavirus, principalmente falta de aire para respirar, desesperación, hipertensión, cansancio, dolor del cuerpo, de la cabeza y falta de apetito. Pueden llegar a tener trombosis o coágulos en la sangre, porque su organismo tiene una respuesta inflamatoria severa al contagio.

Si un adulto mayor es tratado medicamente a tiempo, puede superar la infección rápidamente, pero si dejan pasar los días, su cuadro se vuelve muy delicado. Es el grupo con mayor índice de fallecimiento.



Cómo cuidarse

Égüez Steinbach reitera que el cuidado es personal. Se debe salir a la calle solo para lo muy necesario, y cuando se lo hace siguiendo las normas de bioseguridad, que son usar barbijo, mantener el distanciamiento social, evitar las aglomeraciones, ponerse alcohol en gel y al llegar lavarse las manos con agua y jabón al menos por 20 segundos.

La alimentación es muy importante para fortalecer el organismo, así poder repeler a los virus y en caso de contagio recuperarse rápidamente. Se debe consumir principalmente verduras, frutas y lácteos.

Un claro ejemplo de que no cuidarse trae consecuencias es lo que está sucediendo en España. Muchos creyeron que estaban venciendo al coronavirus, llegó el verano abrieron las playas, los boliches, centros comerciales y los rebrotes del virus empezaron a contagiar a muchos. Los jóvenes, que se creían inmunes, son los más afectados en esta situación.