La ONU tiene 110.000 efectivos en misiones de mantenimiento de la paz en varios países del mundo. El organismo internacional pidió un alto al fuego en países en conflicto y paralizó los relevos en las misiones.

9 de abril de 2020, 10:15 AM
9 de abril de 2020, 10:15 AM

La ONU enfrenta un doble desafío para sus 110.000 efectivos de mantenimiento de la paz desplegados en alrededor de 15 operaciones en todo el mundo: protegerlos de la pandemia de Covid-19, pero sobre todo evitar que los países retiren sus tropas de estas misiones.

Uno de los temores es "un efecto de estampida", porque los países "pueden tener la preocupación legítima de decir 'No me quedo en este lugar' o 'No dejo a mis hombres allí porque si están contaminados, no podrán ser bien atendidos'", resumió un diplomático del organismo bajo condición de anonimato.

En una entrevista con la AFP el miércoles, el vicesecretario general de las Naciones Unidas para operaciones de paz, Jean-Pierre Lacroix, dijo que hasta la fecha "no había recibido una solicitud de repatriación debido al Covid-19". Pero "es más esencial que nunca continuar nuestro compromiso colectivo con la paz", agregó.

En previsión de la llegada del virus a los países donde están desplegadas las fuerzas de paz, la ONU ha congelado sus rotaciones desde el 6 de marzo, una decisión extendida el lunes hasta el 30 de junio.

En los campamentos militares, se aplican cuarentenas a las personas que dan positivo, un total de seis al 6 de abril.

También se han tomado medidas de precaución para las patrullas, de modo que "los soldados no se contaminen entre sí y tampoco contaminen a las poblaciones" locales, se indicó en la sede de la ONU, donde la contaminación por cólera de la población haitiana (con unos 10.000 muertos a partir de 2010) por soldados nepaleses permanece en el recuerdo.

"Hacemos todo lo posible para garantizar que nuestro personal no sea un vector de contagio", subrayó Lacroix, refiriéndose a "estrictas normas de higiene" y a una minimización "del contacto físico con la población".

Más allá de la lucha contra el Covid-19, y mientras África -que concentra una serie de misiones de paz como son las de Malí, República Centroafricana, Sudán del Sur, Darfur, República Democrática del Congo- espera en las próximas semanas ser realmente golpeada por la pandemia, la apuesta de la ONU es sobre todo mantener la paz.

"Sentido de lo efímero

Las medidas contra la enfermedad "tienen un impacto en las operaciones", admitió un diplomático bajo condición de anonimato. Sin embargo, es absolutamente necesario seguirlas para no tener que afrontar "un desastre total si las operaciones colapsan con la partida de los cascos azules", agregó otro diplomático, también bajo condición de anonimato.

Debemos "proteger a nuestro personal y su capacidad para continuar sus operaciones críticas", confirmó Lacroix.

Con esta lógica, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha estado pidiendo desde el 23 de marzo un "alto el fuego global e inmediato" en los países en conflicto, una petición que también tiene como objetivo alentar a los países que aportan contingentes a no empacar sus maletas.

La Unión Europea (UE), un importante proveedor de policías y militares, apoyó el martes el mantenimiento de las tropas en las misiones de paz, prometiendo no repatriar las suyas.

"Nos gustaría enfatizar que, a pesar de la presión que la pandemia está ejerciendo sobre nuestros sistemas, seguimos más involucrados que nunca en la acción de las fuerzas de paz en todo el mundo", reafirmó la UE en un mensaje dirigido al jefe de la ONU.

Algunos diplomáticos quieren creer en una respuesta africana a la pandemia que podría "sorprender" a Occidente y facilitar el mantenimiento de las fuerzas de paz.

En Occidente, "el hombre se ha vuelto suficiente, pretencioso", lo que explica "su angustia aún mayor cuando se enfrenta a una crisis como la de hoy", señaló un diplomático africano, que plantea la contraposición a la experiencia de África con el ébola y la epidemia masiva de sarampión que actualmente afecta a la República Democrática del Congo.

"Los africanos son más fuertes en términos de capacidad de recuperación mental, tienen un sentido de lo efímero, fe en Dios, el dios musulmán, el dios cristiano, y esta será su fuerza", predijo, también felicitándose por la "solidaridad mucho más desarrollada" en el continente africano que en el mundo occidental.

Hablando de "un impacto particularmente grave" esperado en los países donde están desplegadas las fuerzas de paz, debido a las débiles infraestructuras de salud pública y la fragilidad de la cohesión social, Lacroix dijo querer confiar. "Lo que es alentador es que estamos un paso por delante del virus en la mayoría de estos entornos donde se encuentran nuestras fuerzas de paz", dijo.