EL DEBER visitó la imponente muralla china, una de las maravillas del mundo, construida y reconstruida entre el siglo V a. C. y el siglo XVI

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12 de mayo de 2018, 20:17 PM
12 de mayo de 2018, 20:17 PM

Su construcción se inició hace más de dos mil años como un medio para resistir la invasión de los pueblos mongoles. En ese entonces lo que hoy conocemos por China era un territorio desordenado y dividido entre Estados tribales.

A tal punto llegó el temor a los "enemigos del norte" que el muro se transformó en la principal herramienta de una guerra de cientos de años. Hoy la Muralla China es un símbolo de la unidad china y un patrimonio que reúne a todos los pueblos del mundo. Recorrer esta maravilla de la Humanidad es absolutamente sobrecogedor.


EL DEBER logró la proeza de subir sus empinadas escalinatas, palpar los muros de esta verdadera serpiente milenaria que se acuesta sobre las montañas humedas y boscosas de Beijing. Miles de personas nos acompañan, entre sudor y risas, entre lenguas desconocidas y sentimientos de asombro compartidos.

En su construcción de más de siete mil kilómetros se trasladaron cientos de miles de toneladas de bloques y materiales. Miles de personas murieron para levantarla. Hoy es un ejemplo de las grandes obras que puede realizar el ser humano, para defenderse de otros, pero también, para encontrarse con otros.